En Instagram, las últimas fotos de la guayaquileña Sonia Luna muestran a una mujer sonriente y sin preocupaciones. Pero detrás de este mensaje público hay mucho sacrificio, complicaciones y problemas aéreos. Aunque parecía que todo estaba perfecto el pasado viernes al llegar a la mesa de atención de la aerolínea, sucedió el primer contratiempo: no podía viajar hacia Ámsterdam, capital de Países Bajos, porque horas antes ese país europeo había cancelado el tránsito para la región sudamericana para evitar repuntes de COVID.

Sonia, que llevaba a cuestas cinco maletas y su bolso personal, tuvo que actuar y resolver en cuestión de un par de horas cómo llegar a su destino, la capital tailandesa, para participar en el Miss Grand International.

La directora del concurso, Tahíz Panus, explica esta travesía que tuvo un final feliz. La representante ecuatoriana ya está junto a todos los organizadores y guarda una semana de aislamiento solicitada por las autoridades de salud antes de empezar el concurso con todas las de ley.

En aeropuertos internacionales

La belleza local tuvo que tomar un vuelo de última hora a Nueva York, una escala diferente e improvisada, debido a las últimas restricciones impuestas para su escala en Ámsterdam. “Todo estaba planeado con un mes de anticipación. El vuelo, las escalas, las pruebas y los permisos, pero nos enteramos en el counter de la resolución de Países Bajos. No pudimos hacer nada y tomamos la decisión de comprar un vuelo a Nueva York, porque era la mejor forma de aterrizar en cualquier país”, explica Tahíz vía telefónica.

La directora del Concurso Nacional de Belleza, que es el representante de Miss Grand International en Ecuador, explica también que “lo ocurrido en Ámsterdam era solo para las personas provenientes de América Latina”.

Al llegar a Estados Unidos fue recibida por Paola Lara, madre de la Miss Supranational Justeen Cruz Lara, quien la acompañó en las nueve horas de espera en la capital del mundo, hasta que consiguió un vuelo al país asiático. Para llegar a Bangkok, Tailandia, encontrar una ruta adecuada de último minuto causó todavía más problemas y angustias.

No había forma de llegar y tuvieron que recurrir a los teléfonos de emergencia que la organización internacional había facilitado a todas las candidatas, el cual lastimosamente casi todas usaron, porque las participantes sudamericanas tuvieron varios contratiempos, según Tahíz.

“Desde Guayaquil conversamos con directivos de la organización, incluyendo al ministro de Relaciones Exteriores de Tailandia, quien nos ayudó a resolver lo que ocurría en Estados Unidos, ya que nuestros certificados de las pruebas estaban en regla, pero podían expirar porque solo duran 72 horas y todo se había atrasado”, relata.

En el aeropuerto John F. Kennedy, el vuelo que habían encontrado era válido, pero la aerolínea no quería aceptar el embarque porque el código del permiso de salud correspondía al vuelo que fue cancelado. Entonces las autoridades debieron hacer, a última hora, un nuevo permiso otorgado por su COE. Tahíz recalca que Sonia nunca perdió las esperanzas de embarcarse, pero casi se quiebra en este punto, puesto que una de las cláusulas en su permiso médico (realizado el día viernes) decía que podía viajar con cualquier vuelo si hubiera cambios, pero las autoridades aéreas omitieron este punto.

Al final todo se arregló. En Tailandia emitieron un nuevo permiso con el vuelo, que la llevó por una escala en Catar y luego llegó a Bangkok. Sonia ya está en su habitación guardando cuarentena y concursando digitalmente, hasta que todas las reinas estén en territorio tailandés. El concurso finaliza el 27 de marzo.

El cóndor como emblema

• Sonia llegó con el pie derecho. Ya ganó una primera competencia, la cual consiste en votaciones online para seleccionar de forma popular a las cinco participantes que cenarán con los principales directivos. Es una gran oportunidad para que las conozcan de cerca, entre 64 aspirantes a la corona. Hasta el momento han llegado 50 reinas de belleza.

• El traje típico con el que concursará se inspira en el cóndor, ave emblemática de Ecuador. En su creación participaron Jefferson Bastidas, quien planteó la idea original; Benjamín Maffare, quien diseñó y logró poner en tela y plumas la majestuosidad de este animal que destaca en el escudo nacional; además de Leonardo Ulloa, quien propuso el mecanismo para que se abrieran las alas.

• En sus maletas, Sonia viajó con ocho trajes de gala y una maleta destinada para su semana de cuarentena, en la que deberá mostrar en redes su rutina de belleza y enviar saludos y selfis, todo digitalmente.

• También llevó accesorios de concha nácar bañados en oro, artesanías y dibujos de artesanos para dar como presentes.