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Sofía Caiche
La actriz dice ser una cuarentona fogosa.Gerardo Menoscal

Sofía Caiche: "Estaba acostumbrada a ser tóxica"

La actriz tiene planes de contraer matrimonio con el búlgaro Tihomir Tihomirov. A sus 41 años no ha perdido su toque sexi.

La prudencia nunca fue una virtud de Sofía Caiche. Su vida personal era un libro abierto. Todo lo contaba en TV o en las redes sociales y por ello vivió más de una mala experiencia. A sus 41 años, la actriz confiesa que ha bajado las revoluciones y que ahora prefiere callar antes de emitir un comentario que la meta en un nuevo escándalo. 

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Se ha estabilizado sentimentalmente con Tihomir Tihomirov y ya tienen planes de boda. No ha perdido su toque sexi. Disfruta viendo crecer a sus tres hijos Piero, Renata y Savash. El último de los mencionados es fruto de la relación con el búlgaro.

Aunque está alejada de la TV, no descarta volver a la pantalla chica. Ahora se dedica a trabajar con marcas, en las redes sociales y en la radio con dos espacios: 'La lengua que vibra' (un segmento de farándula) y 'Qué chicha quieres' en La Otra (este es a diario y se emite desde las 13:00).

A sus 41 años le gusta seguir mostrando pechos, piernas…

Siempre he dicho que llegaré a vieja así, sin perder mi esencia sexi, aunque todo me cuelgue (risas). Ese es mi ADN, mi personalidad. Me gusta la ropa apretada, pequeña, los shorts, aunque no he hecho desnudos.

A veces a las famosas maduras les da por hacer algo que no hicieron de jovencitas, como posar desnuda.

Me lo propusieron hace mucho tiempo, pero no acepté. Aquello fue hace más de 15 años, para una revista de hombres. Me dio miedo, no es lo mismo Estados Unidos que Ecuador. Además, no creo que pagaran bien. Ofrecían como 15.000 dólares. Lo malo es que esas fotos iban a quedar archivadas para siempre.

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En varias entrevistas ha dicho que quiere reducirse los pechos, pero sigue sin hacerlo.

No he tenido la oportunidad porque siempre estoy trabajando. No es lo mismo reducirlos que rearmarlos totalmente. Aquello exige por lo menos 15 días en cama. Los doctores me están esperando. Además ya cerré la fábrica de bebés, no daré de lactar, así que no me crecerán (risas).

Dicen que a los 40 años recién se empieza a vivir. A usted le llegó un tercer hijo...

Me cogió cansada mi tercer y último hijo, no puedo mentir. A veces me siento apaleada. El bebé se levanta en la madrugada, le gusta jugar. Muchos fines de semana mi marido y yo dormimos temprano y no hay tiempo de hacer ‘chiquichiqui’ porque caemos rendidos. Le dije a mi esposo que dejemos las bendiciones (hijos) en casa de mi mamá (Grace), para escaparnos un par de días. 

Desde que estamos juntos no hemos tenido un tiempo de pareja. No quiero que caigamos en la rutina y nos enfriemos. Somos cuarentones activos sexualmente (suelta una carcajada).

Es decir que se entienden muy bien en lo sexual...

Nos llevamos muy bien, pero por el niño ya no tenemos la actividad de antes. Soy una cuarentona fogosa. Cuando no teníamos a Savash, hacíamos el amor desayuno, almuerzo y merienda (risas).

Sofía Caiche
Le gusta lucir ropa apretada.Gerardo Menoscal

Usted es muy espontánea y alegre. Su pareja siempre luce con el rostro serio.

Me encanta que él me deje ser tal como soy, auténtica, sexi, a veces hablo boberías, no me corta las alas, no me juzga. Somos el agua y el aceite, pero nos entendemos. Es serio, pero siempre le saco una sonrisa. Además es organizado y parco. Nunca hemos peleado en tres años.

Siempre ha sido celosa, ¿ya se curó de esa ‘enfermedad’?

Me siento rara. Estaba acostumbrada a ser tóxica, pero él no me da motivos porque siempre sé dónde está, no es coqueto, llega temprano a la casa, se dedica a su trabajo. Ya le he puesto algunas trampas (risas).

¿Cuáles?

No es un hombre irrespetuoso que llega a un lugar y se dedica a ver a otras mujeres. Creo que es su forma de ser, su cultura y costumbres. Nació en Bulgaria, sus padres son turcos. Siempre se reúne con sus compatriotas y en esas reuniones solo hay hombres, no hablan mal de las mujeres, ni alardean de sus relaciones. 

Antes vivió en Colombia y en Perú, a Ecuador llegó hace 12 años. Tiene claro que a mí me tiene que ‘rendir’ (risas). Por las obligaciones, por los niños o preocupaciones no quiero que nuestra relación se vuelva monótona. Si Dios lo permite podemos viajar en familia a fines de año.

¿Tienen planes de formalizar esta relación?

Así es. Nos hemos demorado por ciertos trámites. Como él no es de aquí, se necesitan algunos documentos, como la cédula que diga divorciado. Ya la tiene. En mi caso, mi hija Renata, que es menor de edad, debe tener una especie de representante legal (mi madre), por si acaso me ocurre algo.

¿Quiere una gran boda?

No quiero nada especial. Me pongo un jean, una camiseta y nos vamos al Registro Civil. Un papel firmado no me quita el sueño. Ya me casé con velo y corona hace 20 años. Tiramos la casa por la ventana en ese entonces, con todas las de ley.

Ya vivió esa experiencia...

Era una muchachita de 21 años. Fui bruta porque perdí a un gran hombre (Santiago Perasso). Siempre hemos mantenido una buena relación. Nuestro hijo, Piero, es un hombre de bien, estudia Arquitectura. 

El papá se encarga de todo. Piero vivió conmigo hasta los 11 años, le pedí ayuda a Santiago cuando mi hijo estaba en la ‘edad del burro’ porque yo vivía en un canal, TC. Por ello ya no quiero nada así, por mi hija Renata de 12 años. Es una buena niña, practica vóley. Además por Savash de 1 año, 8 meses.

Sofía Caiche
Afirma que su pareja no le corta las alas y no la juzga.Gerardo Menoscal

Su tercer parto fue muy traumático.

Quedé traumada. Quería otro hijo, el cuarto, pero me ligué en ese momento. El embarazo de Savash fue bonito, pero de un momento a otro se complicó. Nació prematuro. Ya está bien, es tremendo. Creo que será Piero 2, está en la edad de agarrar todo, es un niño cangrejo (risas).

Perdió peso tras la manga gástrica, pero volvió a recuperar algunas libras.

Hace cuatro años me operé. Lo hice con 175 libras y bajé a 110. Ahora estoy en 142. Después del embarazo de mi tercer hijo no quedé igual, el estómago me creció. Cuando estuve en 'Soy el mejor', el baile me ayudó porque hacía actividad física, pero ahora ya no. Entonces estaba en 128.

¿Valió la pena operarse?

Sí, porque bajé. El apetito me aumentó luego del embarazo. Ahora como un sánduche entero, antes solo comía una parte. Ahora como cinco alitas de pollo, antes solo dos. El dulce me encanta.

Haciendo alusión a su espacio radial, ¿cómo vibra su lengua?

Ahora con control (risas), porque ya no quiero problemas. Me siento en paz y mi paz no es negociable. Antes cuando alguien me decía algo, enseguida respondía. Ahora cuando alguien sale con una estupidez, ignoro. Llega un momento en que cansa que critiquen, que hablen por hablar, y peor en las redes sociales. 

Ya tengo más de dos millones de seguidores en Instagram. De mi vida personal casi no subo nada. Prefiero crear contenido, me encanta el TikTok. Las redes son un ingreso económico, trabajo con tres marcas. Extraño la comedia, espero una oportunidad en TV. Ahora todo es reality.

Usted dijo que su ex, Rayo (Arturo Vizcarra), solamente buscaba sexo...

No he dicho nada malo, solo la verdad. Somos adultos, cada quien hace de su vida lo que le parece. Se tiene que caer para aprender de experiencias propias, no de ajenas. Tuve que vivirlo, tocar fondo.

¿Cuándo y cómo tocó fondo?

Cuando me di cuenta de que tenía una relativa edad y no había formado una familia. Perdí el tiempo en relaciones que no florecieron. Tal vez fue necesario para ser la mujer que soy ahora. Me amo, me valoro, sé lo que merezco. Le he dicho a mi pareja que no toleraré infidelidades ni faltas de respeto. 

Hasta su mal genio lo soporto, pero nada más. Tuvimos nuestra juventud para probar y vacilar. Él dice que me ama y que busca estabilidad.

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Es un espacio para gente soltera. Tal vez si tuviera solo un hijo y sin pareja, me arriesgaría. Tampoco me agradaría que les hagan bullying a mis hijos en las redes sociales y que les digan que la mamá está desquiciada. 

A veces le escriben a Renata tonteras del ‘donante’ (el padre). Ya le he explicado que aquello no funcionó, que lo liberé de responsabilidades y desapareció. Cuando tenga 18 años decidirá si quiere conocerlo. Ahora la protejo.

Sofía Caiche
Sofía aprendió a valorarse.Gerardo Menoscal