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Ricardo es uno de los mayores cultores del teatro alternativo en Guayaquil.Valentina Encalada

Ricardo Velástegui: "La gente va al cine como ir a un local de hamburguesas"

Su talento lo ha plasmado en teatro, cine y televisión, pero su puerto es seguro es Pop Up, un proyecto que celebra su cuarto aniversario.

Actor, director, productor y gestor de una de las salas de teatro alternativo con mayor movimiento en Guayaquil. Ricardo Velástegui (34) no solo es la cara de Pop Up, sino también de aquel artista que vive de su profesión. EXPRESIONES lo sentó al banquillo para someterlo a El Cuestionario.

Hace cuatro años surgió esta fiebre de abrir espacios teatrales con diversas propuestas y formatos. En el camino, la mayoría cerró sus puertas, y usted se ha mantenido con Pop Up, ¿a qué lo atribuye?

Logré entender que debe existir una persona que administra la empresa y otra que maneja la parte artística y el corazón. Esa fusión en Pop Up se logró con mi hermano José Javier Velástegui. Aprendimos en el camino y nos caímos varias veces. El año pasado fue muy difícil para tomar decisiones. Era lamentarse o salir victoriosos y mirar hacia atrás para reírnos de lo que nos pasó. Los espacios de Samborondón y Guayarte no fueron más por lo que le sucedió al país en octubre. Un mes que para nosotros fue un antes y un después.

El local de Urdesa era más seguro, por lo que estaba posicionado.

Creo que fue una de las decisiones más importantes que tomé en los últimos tiempos y estoy contento. Es mi casa, a la gente le gusta el ambiente, funciona muy bien. Y es un trabajo no solo mío, sino también de los actores y de quienes ya se hicieron una marca. Es un trabajo muy duro que continúa, día a día. Han sido cuatro años en los que gané experiencia.

De pronto hubo gente que pensó que era fácil abrir una sala de teatro y se estrellaron en el camino.

Por ahí alguien dijo, fuera de tono, que poner un teatro, para algunos, era abrir un menestrero donde solo se asa carne y eso es todo. Entiendo lo que quería decir. Conlleva una responsabilidad y sensibilidad artística en este negocio. Darme cuenta de esto me llevó a muchas caídas, se debe tener un criterio y un concepto claro de lo que es tu marca, más allá de lo que ofrezcas. Tiene que haber un corazón que lata todo el tiempo. 

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Ricardo ha aparecido en series televisivas como Cuatro cuartos y 3 familias, el origen.Valentina Encalada

Hay quienes cuestionan que usted trabaja siempre con las mismas personas y no da cabida a otras, ¿qué tiene que decir?

Podría ser. Yo realmente trabajo con las personas que están todo el tiempo ahí, tocando las puertas y hacen permanentemente teatro, televisión y cine. Les doy prioridad lógicamente, porque es nuestro gremio trabajando por el mismo objetivo.

¿No recepta otras propuestas fuera de ese gremio?

Claro que sí, soy totalmente abierto. De pronto no entran en un mes determinado con el proyecto que me ofrecieron, pero entra el guion o el actor o el director. Involucro a la gente, pero tengo que pesar todo en una balanza para que funcione este negocio y que al final sea beneficioso para todos.

¿Sí hay filtros en la selección?

Totalmente. Este 2020 ha sido un despertar para mí, me obliga a ser más exigente conmigo mismo, siento que hay un público que demanda ver mejores propuestas y está ansiosa de otras cosas.

Además de lo que significa manejar un teatro, lo vimos en 3 familias, el origen y hasta hizo cine, ¿no se hizo ocho?

(Risas) Sí, el 2019 estuve muy activo, de hecho bajé mucho de peso y me enfermé. La gente que no conoce lo que es grabar para televisión no sabe que es desgastante. Es un mundo muy chévere y la pasas bien, pero muy cansado, y si a eso le sumas teatro y cine, imagínate.

Ya que hablamos de cine, qué tal su experiencia con Vacío.

Fue una experiencia diferente, un abrir mi círculo social y laboral. Yo era el extranjero en esa peli, uno de los pocos ecuatorianos en esa cinta con un elenco chino.

¡Qué interesante!, me habla de China y pienso en el coronavirus.

No nos cayó bien en nuestro estreno, coincidió justo con la aparición del virus. La gente pensando en la prevención, tiende al rechazo, quizá por ignorancia, además de eso, creían que como era en mandarín no iban a entenderla, pero lleva subtítulos... en todo caso, ahí está la película que trae buenas noticias, acompañada de premios. Para mí es un estímulo al trabajo que uno hace.

Es curioso que a veces a una película local le vaya mejor afuera que en su propio país.

Es una realidad muy triste del artista que tiene que enfrentarse a un enemigo que es nuestra propia gente. Fíjate, algo que me pasó es que vi a alguien que estaba en la taquilla y al momento de comprar el boleto para ver Vacío, la persona que lo vendía le advirtió que era una película ecuatoriana. Finalmente, esta persona decidió ver otra. Me hubiera gustado que le responda“¿Y qué pasa?, ahí están mi identidad, mi esencia, mis artistas”. Estuvo mal de ambas partes. Hay que consumir de todo, no solo Hollywood.

De pronto falta una mayor cultura en el público.

Empezando por investigar un poco la cartelera. Pero la gente va al cine como ir a un local de hamburguesas, y ahí escogen lo que les llame la atención.

Retomando la profesión de actor, hoy es positivo que este tenga más opciones, además de la televisión, están el teatro y las plataformas digitales.

Siempre he dicho que el actor debe ser mutante, evolucionar todo el tiempo, hoy actúas, mañana escribes, luego diriges, posteriormente iluminas. Hay que ser completo, así sabrás por qué esa luz te pega en la cara y no debes moverte cuando la cámara te tiene en un primerísimo primer plano o el porqué existe un asistente. Solo así entiendes de manera macro el trabajo.

“Hay actores que dañan el mercado, y hacen lo mismo que haría uno, pero por la mitad. Sucede que están desinformados, ignoran que con su talento harían más plata. Debe haber parámetros y un grado de consideración entre nosotros mismos”.