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Paula Terán, bióloga, artista y educadora
Integró las disciplinas que le interesan y confió en su potencial. Eso marca su camino.Camilo Vaca (Ig: @therealcamilo).

Paula Terán y su empeño en mezclar talentos

Lleva casi 10 años como freelancer en la ilustración y las artes plásticas. Sus trabajos han participado en campañas como las de Unicef Ecuador.

Que las artes serían parte de su vida, Paula Terán (35) lo supo desde niña. En ese sentido esta quiteña se vale de sus destrezas y se mueve animada por su curiosidad para expresarse.

Lo hace a través de la ilustración y la enseñanza del arte plástico que da como resultado obras en lenguaje no verbal capaces de mover emociones en quien lo aprecia. Trabaja así desde hace nueve años. En la modalidad freelancer, bajo su ritmo y siendo su propia jefa.

Confiesa que lograr esto no solo está en la pasión por lo que hace, sino en su capacidad para unir diferentes disciplinas.

Paula estudió la carrera de biología y obtuvo un master en Ciencias de la Educación. Sin embargo, no se quedó solo con eso. Viajó a Barcelona, España, para seguir un posgrado en Ilustración Creativa en BAU y, además, se siguió formando a través de cursos y talleres con diversos ilustradores.

Pensar que haber estudiado una carrera profesional me condiciona a seguir un único camino fue el pensamiento que tuve que cambiar. Logré integrar las demás disciplinas que me interesaban y llegué a confiar en el potencial que tiene la interdisciplinariedad en una persona”, comenta.

Su espacio laboral lo tiene en su mismo departamento, donde vive con su esposo y una perrita adoptada. Está ubicado en la ciudad de Quito y desde ahí conversa con EXPRESIONES sobre todo ese bagaje académico y dosis de creatividad que son parte de su día a día.

  • BIOLOGÍA, ARTE... Y EDUCACIÓN

¿Cómo se convierte una bióloga en una artista de la ilustración? No es que dejó lo uno por lo otro, y eso lo deja claro. “Quería incorporar ambas cosas: la biología y las artes, y lo logré a través de la educación”, explica.

Es que Paula se apuntó a una maestría en Ciencias de la Educación. Al terminarla, simplemente convergieron los tiempos y pudo llegar al público desempeñándose como ilustradora.

He hecho ilustraciones en el campo científico gracias a que colaboro constantemente con investigadores para trabajar proyectos. Eso me emociona muchísimo. Me gusta ser ese canal entre los científicos y el público”, expresa.

A raíz de ello viajó a Barcelona, España, para nutrirse más en el campo de la ilustración. Además de estudiar, participó en exposiciones colectivas, el inicio para participar, desde su retorno a Ecuador, en importantes campañas.

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Fundación Futuro, por ejemplo, está muy dedicada a la conservación, y he podido ilustrar para ellos. Para Unicef Ecuador, en cambio, pude hacer al inicio de la pandemia una campaña muy fuerte que consistía en el luto de los niños”, cuenta.

No solo se trata de talento, su sensibilidad ha sido clave para hacer estas narrativas visuales. “Creo que al trabajar en ámbitos relacionados a conservar, respetar otros organismos y generar cambios positivos a nivel de sociedad, necesariamente atraviesas por un proceso de sensibilización y cultivas mucho la empatía”, confiesa.

Además de trabajos de mayor envergadura hace también retratos y algunos ya se han ido al exterior. “Esas son las facilidades que nos brindan las redes sociales, de que nos miren en otros países. Y la tecnología me permite hacer envíos de manera digital”.

Si bien muchos terminan en artículos científicos, láminas, catálogos, o cuadros, la piel de Paula también se convierte en ese lienzo para exhibir su arte. “Tengo alrededor de dieciséis tatuajes. Mi esposo, Patricio Nardi, es tatuador profesional, y él es quien me graba los dibujos que hago. Pero también tengo otros que son bajo su inspiración”, cuenta orgullosa de él.

  • UN LENGUAJE MUY VISUAL

Al mismo tiempo que comenzó a ilustrar se dedicó a la enseñanza de las artes plásticas. Y en ello, manejar sus propios tiempos marcó un punto a favor.

El cambio de dinámica durante la pandemia no me resultó impactante porque ya aplicaba el teletrabajo desde antes. La única diferencia es que las clases de arte eran presenciales. Entonces tuve un período de adaptación tecnológica y hoy en día manejo hasta dos cámaras mientras transmito para mis alumnos”.

Al inicio empezó enseñando a niños, pero posterior a la pandemia se fueron incorporando adolescentes y adultos. “Es interesante ver cómo profesionales en otras carreras se involucran a las artes. Ven esto no solo para artistas, sino como una actividad humana que complementa su ser, independientemente en lo que trabajen”, dice.

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Y Paula lo ha vivido. Desde niña las artes fueron su actividad extracurricular y ahora se complementan en lo profesional.

Siempre firmando cada obra con su nombre completo: Paula Terán Ospina. “De mi familia materna es de donde he heredado lo artístico. Mi abuelo, Marco Ospina, fue un pintor muy importante en Colombia. Mi abuela, cantante y actriz; de hecho fue ella quien me enseñó a cantar y tocar la guitarra desde muy chica. Y mi mamá, en cambio, balletista”.

Toda esa herencia marcó su rumbo. Y ahora la transmite a más personas. “Se me acerca gente que se gradúa en estas disciplinas artísticas para saber cómo hacerlo sostenible. Y procuro compartirles lo que más puedo. Mi lenguaje es muy visual”, concluye.

Fotos: Camilo Vaca (Ig: @therealcamilo). Estilismo: Marie Claire Lalanne (Ig: @marieclairelalanne). Producción: Blanco Strategy (Ig: @blanco.strategy).