Paola Argoti ha dictado tendencia: “no es nada malo usar prendas de segunda mano”, dice con absoluta seguridad. Esa es una idea que resonó al otro lado de la línea en los primeros minutos del diálogo con SEMANA.

Aquel ya no es el futuro, es el presente. “Estamos en un momento en el que hay que cambiar la forma en que consumimos y vivimos. No solo la moda ha sufrido de un desecho rápido, hasta las relaciones”

Y en esa reconfiguración del mundo pospandemia, la quiteña cree que la moda y el medioambiente no tienen por qué ser conceptos separados. Aquello lo instaura como una esencia de su armario. De ahí, el por qué es una de las influencers de estilo de vida sostenible que inspira y enseña.

• Prendas que cuentan historias

Al igual que muchas familias con padres militares, tuvo varias mudanzas dentro y fuera del país. En su caso fueron 29 veces las que cambió de residencia. Y en ese estilo nómada reconoce que aprendió a ser recursiva y moverse en espacios vintages.

Los mercadillos de ropa de segunda mano en Washington (donde vivió un año) fueron los primeros que recorrió.

• Su estilo en las calles quiteñas

Para Paola, el clima de la Sierra no es sinónimo de tonos oscuros. Ella es de estilo ecléctico y gusta de looks arriesgados, en los que la mezcla de prints o de colores vibrantes como naranja con rosa o rojo con morado son parte de su esencia.

En ella más es más. “Si acaso visto en neutros o telas llanas, no me faltarán unos botines protagónicos”, dice, y añade que superan más de 70 en su clóset.

En su composición de imagen, no hay inconveniente si repite piezas. “La compra inteligente consiste en que una blusa la puedas usar con más de diez combinaciones, sino no tiene sentido de que acumule espacio en el armario”. Además de la versatilidad, se fija mucho en las costuras y las formas, detalles para entender a qué década se remonta.

Al dar un vistazo a los estilismos en su ‘feed’ de Instagram se refleja la influencia de los años 80, de ahí que forman parte de sus atuendos chaquetas ‘oversized’ con hombreras, maxi joyas y prendas con texturas como lentejuelas. También hace reminiscencias de los 90 con combinaciones de superposiciones entre vestidos y abrigos.

Así es como expresa su personalidad en una plataforma virtual que supera los 16 mil seguidores.

• Su armario sustentable

La clave: Compra y vende en mercados o ferias de segunda mano.

Otra forma de variar el clóset: Intercambia ollares, zapatos o ropa con sus amigas y familiares. Lo importante es que se le dé utilidad a aquello que ya no usan las demás.

Cómo da sustentabilidad: Repara lo dañado, nada se bota.

Lo último que vendió: Unas botas: “Cuando la chica se las probó, la vi brillar”.

Jamás compraría: Tirantes.

• Quién es ella

- Quiteña, tiene 27 años.

- Es diseñadora gráfica y de producto. Eso le ha permitido crear la parte visual de su blog y emprendimiento de moda bajo el nombre Zus, que comparte con su prima.