Ocio

Obra de Frankestein.
Es una de las piezas emblemáticas de este grupo de Chicago.Ángelo Chamba // EXPRESO

El monstruo de Frankenstein resurge en el teatro de sombras

La agrupación norteamericana Manual Cinema pone en escena la novela del siglo XIX con una obra en la que priman los títeres y no hay diálogo

El teatro está a oscuras. La tenue iluminación se enciende a cuentagotas sobre el escenario tan solo para mostrar un primer encuadre sobre una enorme pantalla. Se trata de una carta. La escribe un capitán de barco a su hermana y en ella le narra un extraño encuentro con un hombre en los lejanos límites del océano Ártico.

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El hombre, le cuenta, es el doctor Víctor Frankenstein, que demacrado, pobre y anciano, busca en los confines de la tierra a la monstruosa creación que dejó libre.

Así inicia la adaptación de la emblemática obra Frankenstein que realiza el colectivo norteamericano Manual Cinema y que se estrenó el jueves por la noche en la capital. El montaje, que se presentará nuevamente el jueves 17 y viernes 18 de noviembre en el Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, es una de las piezas emblemáticas de esta agrupación de Chicago, reconocida por su inusual estilo teatral que en 2017 le mereció un premio Emmy.

Manual Cinema, traído al país por la embajada norteamericana en Ecuador, combina teatro de sombras, proyección audiovisual y música en vivo para crear una experiencia inmersiva que traslada al público a lo medular de las piezas que presentan. Así lo explica la codirectora del colectivo, Sarah Fornace.

“Nuestras obras usan varias técnicas para crear la sensación de que estás dentro de una película animada. Sin embargo, estás viendo su construcción en vivo, cuadro a cuadro y nota a nota”, señaló.

Ese efectivamente es el caso, pues en Frankenstein la audiencia ve a los actores pasar del escenario a la proyección en vivo, a los directores mover las manivelas de los títeres sobre la escena, y a los músicos tocar mientras ocurre la acción. Adicionalmente, no hay diálogo, por lo que el público no solo se siente en una cinta, sino que está consciente de que el filme en el que está es uno del cine mudo.

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“Cuando algo está bien contado, el diálogo es innecesario. En cada proyecto nos sentamos juntos (el colectivo está conformado por cuatro codirectores) y armamos un guion que determina como aplicaremos los distintos elementos para contar la historia con una claridad que no requiera de diálogo. Es un reto sin duda, pero uno en que hemos ido mejorando desde nuestra primera obra, en 2010”, explicó Fornace.  

Esta adaptación no se ciñe solo a la afamada novela, sino que genera nuevas aristas que enriquecen la historia. A la par de los sucesos que enfrentan al Dr. Frankenstein a la creación de su monstruo, el colectivo también introduce la trágica vida de la autora, Mary Shelley, contada exclusivamente en proyecciones de siluetas.

Sentíamos la necesidad de ahondar en la autora porque su vida y su sufrimiento fueron una parte importante de lo que la llevó a escribir esta novela, que no solo habla del horror, sino también de la pérdida”, agregó la directora.

Obra de Frankestein.
Está dividida en cuatro segmentos.Ángelo Chamba // EXPRESO

Y es que, en la segunda edición de la novela, publicada en 1821, Mary Shelley sumó su nombre al libro y en el prólogo detalló episodios de su vida que marcaron su escritura, como la pérdida de su bebé. “Partimos de esta pesadilla y de su propio texto para hablar sobre la maternidad y la creación”, agregó Fornace.

La pieza está dividida en cuatro segmentos, incluyendo el de Shelley. Quizás el fragmento más desgarrador es la historia que narra el propio monstruo de Frankenstein, quien descubre su conciencia y su propia monstruosidad, y que finalmente estalla violentamente frente a la imposibilidad del amor.

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Para ello, los artistas emplean un terrorífico muñeco remendado y más de 500 títeres que se muestran como proyecciones de sombras, iniciando con una imagen que parece ser la de un horrendo bebé en gestación. Fornace indica que la relación con la maternidad se intensifica en la historia del monstruo y que permite explorar sentimientos como la violencia, la necesidad de la conexión humana y la falta de empatía.

“Los temas que trata Mary Shelley en Frankenstein son universales, por eso es que la obra ha perdurado por más de 200 años y se continúa interpretando. Nosotros quisimos poner en escena una manera innovadora de percibir esta historia y que partiera desde las pérdidas de la autora para que tuviera mayor profundidad e incluso tuviera nuevos significados para la audiencia”, dijo.

Las funciones que se llevan a cabo en el país son las segundas que el colectivo realiza en América Latina, y la experiencia, comentó la creadora, es una que los emociona. “Fue muy grato que nos invitaran a participar y a conocer Ecuador. Llevar nuestro arte a otro continente, con otros componentes culturales, y que sea bien recibido nos llena de alegría, y no es algo que esperábamos. 

Justo antes de la pandemia estuvimos en Chile y ahora estamos en Ecuador. Esperamos volver pronto”. Indican que, tras esta experiencia, no descartan ampliar su abanico de proyecciones a otros países de la región, y a Ecuador con otras obras de su repertorio como 'Candyman' o 'Cuento de Navidad'. Por ahora, entre los días que les restan entre funciones, los miembros de Manual Cinema se dedicarán a conocer el país.

Obra de Frankestein.
Ensayo del montaje teatral.Ángelo Chamba // EXPRESO