Cultura

FOTO MANTA 3
Estas hileras de piedras quedan al descubierto cuando el agua del mar desciende. Son rocas que están ancladas y forman parte de la riqueza ancestral manabita.CORTESIA / EXPRESO

Manteños, los ‘genios’ de la pesca milenaria

En el sector de San Vicente, en Manabí, hallan vestigios de corrales marinos. Habrían sido hechos hace más de seis siglos

Los habitantes de la cultura Manteña, en el Litoral ecuatoriano, desarrollaron ingeniosas técnicas para la pesca, sobre las que quedan evidencias tras el hallazgo de nuevos vestigios. Se trata de “corrales marinos de piedra” que fueron encontrados en la zona del Cabo Pasado, en la parroquia Canoa, del cantón San Vicente, en Manabí..

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Durante una exploración arqueológica realizada hace ocho semanas, en la que intervinieron el director del Centro de Investigación Hojas-Jaboncillo, el investigador Richard Lunniss; el gestor cultural Rodrigo Intriago, un buzo profesional, entre otros científicos, determinaron que esas formaciones rocosas fueron hechas en la zona intermareal, es decir, donde sube y baja la marea. Así, con el descenso del agua, atrapaban el alimento del mar.

Juan Jijón, quien lideró la comisión técnica, sostuvo que este tipo de estructuras son como “piscinas hechas por los indígenas” para la pesca pasiva. Añadió que los muros rocosos muestran el enorme esfuerzo de la comunidad. “Son piedras que pueden tener desde 1,5 a 2 metros de alto, bastantes pesadas. Son rocas de basalto que están enclavadas en la arena del mar, donde pegan las olas. Se ubican una tras otra, en hileras. Es un trabajo de ingeniería bastante complejo”, explicó.

MANTEÑO TRAMPA
En el sector Ligüiqui, en Manta, también existen vestigios de corrales como método de pesca.CORTESIA / EXPRESO

El presente es el segundo hallazgo de estructuras marinas hecho en Manabí. En el sector Ligüiqui, en Manta, también existen vestigios de corrales como método de pesca. Los investigadores confirmaron que los restos hallados en la zona mantense pertenecen a la comunidad de la cultura Manteña, que habitó en la Costa, en lo que ahora es Manabí, desde el año 800 al 1500 después de Cristo. Hasta hace unos seis siglos, con seguridad esas piscinas estaban en uso. Se pensaba que Ligüiqui era el único sitio del Ecuador donde levantaron esos corrales, sin embargo, por lo recientemente descubierto en Cabo Pasado, con similares características, se estima que es otra obra hecha por el ser humano en la época precolombina.

Estas estructuras rocosas se encuentran ubicadas en zonas donde la marea sube y baja. Habrían sido hechas hace más de seis siglos.

Hace un par de años, otro arqueólogo, Florencio Delgado, identificó otras evidencias ligadas a la cultura Manteña, y el nuevo descubrimiento también está relacionado a asentamientos prehispánicos. Jijón sostuvo que aún falta mucho por investigar, pero todos los mencionados hallazgos dejan ver que se trata de una misma manera de transformar el paisaje, de una misma estrategia económica de defensa.

Con esos vestigios, los investigadores establecieron que “los manteños eran bastantes, que ocuparon un extenso territorio, que estaban bien organizados y, transformaron las montañas convirtiéndolas en terrazas y en fuentes de agua, construyendo miles de canales, de plataformas y reservorios”, manifestó Jijón.  Esas construcciones, que permanecen desde hace siglos y en las cuales algunos pobladores llegan a pescar mariscos, son ahora materia de estudio y forman parte de la riqueza ancestral.