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Imagen Guillermo Arosemena
Arosemena es administrador de empresas e historiador. Ha escrito más de cuarenta libros.EXPRESO

Guillermo Arosemena: “Olmedo ha sido muy maltratado, solo se lo recuerda para el Nueve de Octubre”

En su libro más reciente, publicado en el marco del Bicentenario, el historiador recoge episodios de la vida del emblemático guayaquileño.

“Yo tomo, pues, el único partido que puedo: separarme de este pueblo mientras las cosas entran en su asiento y los ánimos recobran posición natural […] Yo me separo, atravesado de pesar, de una familia honrada, que amo con la mayor ternura y que quizá quedará expuesta al odio y persecución por mi causa. Pero así lo exige mi honor […], mi patria no me necesita; yo no hago más que abandonarme a mi destino”.

 Poniendo el punto final a esa emotiva misiva, dirigida a Simón Bolívar, José Joaquín de Olmedo partió a Lima.

Era 1822 y el emblemático abogado y estadista partió temiendo las represalias de Libertador tras que se opusiera al anexo de Guayaquil a Colombia. Este y otros episodios prácticamente olvidados por la historia son los que destaca el historiador Guillermo Arosemena en su obra más reciente, 'José Joaquín de Olmedo'.

La obra, parte de la colección 'Grandes biografías del Bicentenario' de Paradiso Editores, le tomó a su autor dos años. Para ello, se basó sobre todo en fuentes primarias, entre ellas cartas y actas para narrar, por ejemplo, la estadía del personaje en Cádiz, Londrés y Lima, e incluso su papel como jefe político de la provincia.

De Olmedo se ha dicho mucho, escrito mucho. ¿Por qué retomar a este personaje tan conocido?

Actualmente existen unas diez biografías sobre Olmedo, entre obras nacionales y extranjeras, pero no reflejan quién fue realmente ni cubren el trabajo que hizo en varios países. Y es que Olmedo no vivió solamente en Ecuador, vivió en Peru, España, Gran Bretaña y Francia. Pero en esas biografías, la parte sobre su vida fuera de Ecuador es muy pobre. Adicionalmente, hay gran énfasis en su fase de poeta, y no en su trabajo como estadista. Todos estos factores me llevaron a escribir el libro. También encontré que había errores en estas biografías, y quería escribir sobre lo que realmente sucedió. La historia no está grabada en piedra, puede y debe revisarse.

¿Fueron las fuentes primarias aliadas en este proceso de revisión histórica?

Sin duda. Siempre es más lento trabajar con fuentes primarias, pero es más seguro, porque las cartas, las actas, no son sesgadas, provienen del puño y letra del personaje. Es una gran ventaja. Además, en Ecuador, los historiadores tienden a escribir la historia según su ideología y no en base a los hechos. Esa no es mi forma de escribir la historia.

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¿Cómo evitar ensalzar o idealizar al personaje después de tanto tiempo estudiándolo?

Siendo fiel a las fuentes. Los historiadores ecuatorianos tienden a crear semidioses: Bolívar, Sucre, Rocafuerte, pero estos son hombre de carne y hueso, tienen defectos y virtudes. En el caso de Olmedo, lo he bajado de ese pedestal y lo he narrado como lo que era: un ser humano. Fue un personaje enigmático, pero hay cosas que están claras: fue un gran jurista y un gran constitucionalista.

Esto último es interesante pues, el participó en la primera constitución, que fue la de noviembre de 1820, aunque le puso 'Reglamento provisorio'. En Quito sostienen que la primera constitución fue la de 1809, pero esa no era una constitución, porque una constitución no habla de sueldos. Yo respeto la opinión de los historiadores quiteños, pero ahí diferimos. Y justo esa habilidad constitucionalista la aprendió Olmedo en las cortes de Cádiz.

Libro Arosemena
La obra esta a la venta en todas las sucursales de la cadena Mr. Books.Cortesía

¿Cuáles eran las virtudes y defectos del prócer?

Era un hombre apasible, conciliador, evitaba el conflicto. Tenia un carácter muy opuesto al de Rocafuerte. No andaba atrás de la política o del poder. Pero tampoco era un gran defensor de sus principios.

Considero, por ejemplo, que la manera en la que se fue de Guayaquil a Lima, tras que se diera el voto anexando la provincia a Colombia, contra lo que le parecía correcto, no fue la mejor decisión.

¿Qué hay de la relación de Olmedo con Bolívar? Hay quienes dicen que siempre lo exaltó y otros que no...

Olmedo se fue desencantando de Bolívar, y aunque Bolívar lo consideraba una persona ejemplar, siempre lo trató muy mal. En los últimos años, entre 1828 y 1830, Olmedo no le aceptó el cargo de ministro de relaciones exteriores y hay una famosa carta que escribe en 1847 donde lo describe a Bolívar como un vulgar dictador.

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¿Considera que se le ha dado suficiente relevancia a este personaje en la historia nacional?

No. Olmedo ha sido muy maltratado, solo se lo recuerda para el Nueve de Octubre. Visité La Virginia en Los Ríos (la hacienda del personaje) y me dio mucha pena. He viajado a lo largo de cuatro continentes, conozco muchos museos, y usted se encuentra con museos impresionantes en los sitios donde vivieron los próceres de otros países. Pero el nuestro da pena. No hay ningún tipo de señalética, no está la historia completa, los muebles no son de la época. ¿Esto por qué sucede? Porque la hacienda está en manos en la Casa de la Cultura Núcleo de los Ríos, que no tiene suficientes fondos para darle el mantenimiento. Esto se debe a que el presupuesto esta muy mal repartido. Es un centralismo que no se ha corregido, y la historia, el patrimonio, y es el que resulta maltratado.

Tras tanto trabajo y esfuerzo, ¿qué le gustaría que suceda con esta obra?

Pues que se la lea. Si usted le pregunta a los jóvenes profesionales de hoy que se consideran 'liberales' qué han leído de Olmedo, no han leído nada y no conocen el pensamiento liberal de Olmedo, ni de Rocafuerte o Pedro Carbo. Si nosotros no conocemos el pensamiento liberal, ¿de qué hablamos? Debería haber una materia dedicada a estudiar el pensamiento de todos estos grandes hombres. Y eso me gustaría, que se lea.