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Carla Sala
Fue una de las mujeres más deseadas del país. Cumplirá 54 años, el 25 de julio.cortesía

Carla Sala: "Mis noches no son muy movidas en Buenos Aires"

La bailarina y expresentadora está radicada en Argentina. Visita Guayaquil para compartir con sus familiares.

En enero del 2020, antes de la pandemia del coronavirus la bailarina y expresentadora Carla Sala (53) viajó a Buenos Aires, Argentina, donde reside con su pareja, el fisioterapista José Ernesto Amador (50), quien trabaja con diferentes equipos de fútbol. Con frecuencia visita el país para compartir con su familia, sobre todo con su hija, Carlita (20), quien vive en Ecuador. A mediados de julio volverá a la tierra gaucha.

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¿Los argentinos la tratan bien?

Me siento feliz, es una tierra maravillosa y acogedora. He hecho muchos amigos, la gente es culta y respetuosa. Por la pandemia el país se paralizó, el aeropuerto estuvo un buen tiempo cerrado, recién en noviembre del año pasado las actividades se reactivaron, fueron medidas tomadas para evitar más contagios y muertes. Casi todo se hacía digitalmente, ofrecía mis clases de danza vía Zoom, era complicado prepararse o capacitarse de manera presencial.

¿La han tratado tan bien que ya tiene residencia?

A través del contrato laboral de José Ernesto y al legalizar nuestra unión por el tiempo que vivimos juntos saqué mi residencia. No podían ingresar turistas por la pandemia. Tengo muchos beneficios, se me permite trabajar, recibir atención médica y estudiar. El compromiso de José Ernesto al inicio fue con Racing Club de Avellaneda, ahora presta servicios en Defensa y Justicia. Hasta fines de octubre tiene contrato, no sabemos qué ocurra luego.

Algunas personas viven en el extranjero y vuelven hablando con determinados acentos.

(Risas) No es mi caso, conservo el mío. A algunos se les pegan los acentos muy rápido. Depende de cada persona.

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¿Muchos son adefesiosos?

(Suelta una carcajada).

Buenos Aires es una ciudad hermosa con una intensa vida nocturna. ¿Qué tan movidas han sido esas noches?

Hay mucha vida nocturna, pero no salimos mucho porque estamos en la zona de Berazategui, al sur. Tratamos de salir por los alrededores. Con mi hija Carlita he hecho mucho turismo. José Ernesto trabaja de lunes a domingo, con el fútbol no hay descanso. No son muy movidas mis noches (risas). Mi vida en Argentina es sencilla, además de dar mis clases vía Zoom salgo a caminar, tomo sol...

¿Un rico asado o pasta y un buen vino seguramente no han faltado?

Me encanta preparar pastas o ensaladas, trato de no complicarme, a veces me demoro en la cocina (risas). Nunca he sido una experta. Le dije a José Ernesto que hago todo con tanto amor y él me responde que de amor lo voy a matar (suelta una carcajada) y que le ponga ganas. En Ecuador siempre trabajé y existía una persona que nos asistía en casa, entonces no me preocupaba mucho. 

Allá hay unos cortes de carne deliciosos, son muy suaves. El ganado es especial. Los grandes camarones y nuestro rico pescado casi no se encuentran. Siempre he preferido más el cebiche. No tanto el encebollado. Aunque más que la comida se extrañan las raíces.

Como buena bailarina, ¿seguramente habrá bailado mucho tango?

Antes de la pandemia fuimos al sector de Caminito con Carlita. Nos tomamos fotos con los bailarines de tango, regresamos luego de la crisis sanitaria y aquello estaba desolado. Casi nada estaba abierto. No bailo tango, pero lo saco. No es un género sencillo, ninguno es fácil. Todo tiene su técnica y proceso de aprendizaje, pero para los bailarines, lógicamente, es menos complicado.

¿Prefiere a Carlos Gardel o a Astor Piazzolla?

Gardel porque tiene un estilo muy particular, mucha fuerza y pasión. El tango es apasionado y sensual.

¿Se ha imaginado bailando, actuando... en alguno de los teatros de la popular avenida Corrientes, eje de la vida nocturna y bohemia de Buenos Aires?

(Risas) Tal vez actuando, pero depende de muchos factores. Ya empezó el movimiento en los teatros, estuvo paralizado por la pandemia. No me lo he propuesto, si se diera la oportunidad sería maravilloso. Lo bueno es que hay muchas obras musicales, aunque son muy exigentes con los artistas, no solo se desempeñan en una disciplina, sino en varias.

Carla Sala
Carla obtuvo la residencia argentina.cortesía

La farándula argentina no perdona. ¿Le asusta lo agresiva que es?

Hay muchos informativos, desde temprano hasta la noche y siento que ha bajado la intensidad de la farándula, creo que en el fútbol son más agresivos.

Se aproxima el Mundial de Fútbol Qatar 2022, ¿cómo siente la pasión futbolera en un país donde son ‘enfermos’ por ese deporte?

Estoy en el ambiente futbolero por José Ernesto. Aunque él está dedicado a lo suyo, pero ya se siente esa algarabía, los argentinos aman a sus estrellas. José Ernesto estaba allá cuando Maradona falleció, yo estaba acá y le di la noticia. He ido poco al estadio porque no me gustan las aglomeraciones. No conozco el de Bocca.

¿José Ernesto se ha convertido en el hombre de su vida?

Con José Ernesto llevo 11 años. Quiero envejecer con él y él también conmigo (se emociona). Es cubano ecuatoriano, tiene 16 años viviendo en este país. Hemos tomado la decisión de que así somos felices, no hay planes de matrimonio. No me gusta sentirme propiedad de nadie, ni atada.

¿Cree en las almas gemelas?

Creo en esas almas que más allá de la muerte van a estar juntas. Hemos vivido muchas situaciones hermosas, pero también complicadas. Nosotros nos conocimos en un restaurante, se me acercó a mi mesa y me pidió un autógrafo, algo que no hace. Yo estaba con mi hija, entonces ella era una niña. Considero que fue un pretexto para conocerme.

¿Entonces estaba en su destino?

Más que en el destino, creo que Dios nos pone a las personas indicadas en el camino, no es cuando nosotros queremos.

Los cubanos tienen fama de bochincheros, vagos...

(Risas) Por suerte no tiene nada de eso, no se puede generalizar. Ellos gesticulan mucho, hablan alto. Hay de todo. José Ernesto es trabajador, reservado, un buen hombre y ama a sus padres y a su familia.

¿Aprovecha el talento en el baile o una sexy lencería para seducirlo?

(Suelta una carcajada). Sí uso una linda lencería, tratamos de mantener la magia, hay que regar la plantita todos los días. Con el paso de los años los amores se afianzan, no puede estar el uno sin el otro. Aquello no significa que lo sexual no importa o pase a segundo plano.

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¿Se ha grabado en la intimidad?

Nunca lo he hecho, ni fotos ni videos. Es muy delicado, sobre todo para una figura pública. Tengo una hija, una familia, una carrera y es un asunto de privacidad, un arma de doble filo porque existen hombres respetuosos, pero otros no.

¿Qué se encuentra si abrimos su clóset?

Camisetas, pantalones, botas, interiores, botines, ropa de danza, fotos, revistas... recuerdos. He regalado muchas prendas, como trajes de baño. Mi hija me preguntaba que si había guardado algo para ella, le respondí que le di algo en alguna ocasión, pero no lo quiso. Entonces tenía 8 años. 

No soy tan novelera, no me vuelvo loca comprando en las tiendas. Me gusta adquirir buenas cremas para la cara y el cabello. No me he aplicado o inyectado nada en el rostro, si lo hiciera iría con un especialista. Me encantan los perfumes, como Libre de Yves Saint Laurent o Montblanc.

¿En Buenos Aires ha subido de peso?

Sí, creo que debido a la carne y a la pasta. Empecé a cuidarme, en una ocasión en Ecuador quise hacerme la manga gástrica, pero eso lo descarté.

Carla Sala
Aunque ha subido de peso no considera hacerse la manga gástrica.cortesía