Un 27 de junio, hace once años, los actores Fernando Villarroel (el compadre Garañón de la serie 'Mi recinto') y Paola Olaya se convirtieron en marido y mujer. La boda se celebró en las instalaciones del anexo del Tenis Club de Guayaquil.

Entre las invitadas estuvo Maluly Valdivieso, quien fue testigo de la ceremonia civil, y parte del elenco de la comedia que él dirigió.

No había pasado mucho tiempo del rompimiento de Fernando con la también actriz Sofía Caiche (Comadre Blondor) y cuando este enlace se llevó a cabo, ella se encontraba fuera del país. Así evitó el acoso de la prensa rosa y los comentarios.

Esa noche, la pareja no bebió alcohol y rompió tradiciones, pues no bailó el vals, sino la canción 'Puente', de Gustavo Cerati.

Por este aniversario, Paola y Fernando no organizaron algo grande “porque las circunstancias no lo permitieron debido a la crisis sanitaria”. Sin embargo, aprovecharon para compartir en familia, con su hijo Fernandito, de 7 años, además le contaron detalles de cómo surgió este romance y le mostraron el álbum de fotos de la boda.

“Los primeros tres años decidimos disfrutarlos y viajamos por el país y el extranjero. Tratamos de ser como siempre hemos sido, esposos, confidentes, equipo, papá y mamá y también compartimos nuestro trabajo”, cuenta Fernando.

La peor crisis de la pareja fue hace casi un año, cuando a fines de julio del 2019, Paola publicó en las redes sociales que la relación con Fernando había terminado. Entonces se habló de divorcio.

Eso ha quedado en el olvido porque el también director aprovechó el aniversario para declararle su amor a su esposa con frases como “nuestras vidas se unieron y creamos ese puente de amor y conexión para no separarlas más”.

Fernando dice que de Paola lo enamora su inteligencia. “Siempre aprendo algo de Pao. También su belleza, su piel y su valentía me encantan. Siempre recuerdo el día que le tocó dar a luz a Nando, no fue fácil, pero fue muy valiente”.