Amanda Bynes, una de las actrices juveniles más recordadas en los comienzos de este siglo, al igual que Britney Spears, llevaba años bajo la tutela de sus padres, pero esta llegó a su fin.

La artista estadounidense de 35 años, quien hoy luce una imagen totalmente distinta, retomó el control legal de todos sus bienes, luego que en 2013 protagonizara varios arrestos por estar intoxicada.

Ahora, nueve años después, Bynes quiere mudarse a su nueva casa junto a su novio Paul Michael.

De acuerdo a la revista People, el tribunal determinó que la tutela ya no es necesaria y que no hay motivos para establecer una custodia sobre ella.

Amanda, al contrario que Britney Spears, no tuvo que iniciar un juicio contra sus propios padres. Y es que ellos están de acuerdo con el fin de la custodia de su hija. "Los padres de ella están felices de recibir esta noticia y los profesionales dicen que está lista para tomar sus propias decisiones en la vida”, manifestó el abogado del matrimonio para NBC News.

La exestrella de Nickelodeon presentó un informe sobre su estado de salud y bienestar ante el tribunal de California. El juez decidió que ya era conveniente que Amanda recuperara el control de su vida..

Durante sus años oscuros Amanda también protagonizó portadas en las revistas debido a sus polémicas y comportamientos erráticos. Y es que la joven fue detenida por tener sustancias ilegales y posteriormente acusada de producir un incendio. También luchó contra su adicción a las drogas. Estos hechos hicieron que sea internada en un hospital psiquiátrico.