La ejecución de la estación de transferencia de desechos sólidos no peligrosos ni contaminantes, que sería construida en el kilómetro 8 de vía a la costa, puede no concretarse por un vacío legal que ha sido observado por uno de los propietarios del terreno.

De acuerdo con un oficio que envió el procurador síndico municipal, Cristian Castelblanco, a la alcaldesa Cynthia Viteri, el pasado 11 de enero de 2021, y que contiene el comunicado de Arnoldo Alencastro, afectado por el proceso de expropiación del área, el plazo para el inicio del proyecto venció el 31 de diciembre de 2020 y, de acuerdo a la ley, al no concretarse debe quedar sin efecto.

A renglón seguido, Alencastro explica que cuando el 30 de noviembre de 2020 el Municipio anunció el proyecto, mencionó que Gustavo Zúñiga, director de Aseo Cantonal, especificó que “...el plazo de inicio es el año 2020”.

Sobre aquello, la Ley de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del Suelo, en su artículo 66, inciso tercero, señala que “en el caso de no concretarse el proyecto anunciado en el plazo establecido, el acto administrativo quedará de oficio sin efecto, debiendo notificarlo a la dependencia de avalúos y catastros del respectivo Gobierno Autónomo Descentralizado municipal o metropolitano, a los propietarios de los predios afectados y al registrador de la propiedad”.

El oficio de Alencastro fue calificado de “explícito en su contenido” por el procurador síndico, aunque el Cabildo no ha respondido aún a este.

El director de Aseo ha defendido la obra, que busca servir a 16 subzonas ubicadas en el centro, sur, suroeste y parte del sector noroeste, y ha dicho que “fue, es y será una necesidad urgente para la ciudad”.

Sin embargo, todos los actores a los que involucra el plan han mostrado oposición. A la voz de protesta de Alencastro se sumó la de la Junta de Beneficencia, dueña del otro terreno involucrado, que pidió, en oficio fechado en noviembre pasado, que se busque otro lugar para la estación, porque se propiciaría una imagen desfavorable y se afectará la plusvalía de los terrenos aledaños.

Así, tampoco a los vecinos de vía a la costa les convence la propuesta. De hecho, presentaron en diciembre pasado tres mil firmas para exigir que la alcaldesa socialice el impacto de la obra, tal y como en mayo de 2020 lo recomendó el director de Ambiente, Bolívar Coloma. Ese pedido no ha tenido respuesta todavía.

En octubre de 2018, el entonces alcalde Jaime Nebot se retractó de los planes de construir esta estación. “Las circunstancias actuales para mí, más allá de la opinión de ciertos técnicos, indican que no es necesaria la estación de transferencia”, expuso. Pese a eso, Viteri y Zúñiga la retomaron.

Alencastro explica que la circunstancia legal en que Nebot se basó para desistir de la estación la primera ocasión se volvió a dar en esta oportunidad, “pero Viteri la ignora y se niega a desistir del proyecto”. “La ley es clara, si no se empezó en el plazo, el proyecto se archiva”.

Sobre la obra

La implementación de la estación de transferencia de basura pretende servir a 16 subzonas ubicadas en el centro, sur, suroeste y parte del sector noroeste de la ciudad.

Es decir, los camiones recolectores de esos sectores llegarían hasta esa estación con 1.498.91 toneladas de desechos sólidos por día.

Hay un incremento aproximado del 20 % de las toneladas generadas de desechos sólidos no peligrosos desde el 2012 al 2016 en estos sectores.