Sin ayuda. Arturo Zea, residente del barrio Las Peñas, se alarmó cuando escuchó un fuerte estruendo fuera de su vivienda. Ocurrió la madrugada de este miércoles 21 de julio, y pensó que el hecho había sido producto de un accidente de tránsito. Pero no. Se trató de un tráiler que ingresó a la estrecha calle Numa Pompilio Llona y chocó con una parte de su cerramiento.

Consternado, buscó a un guardia de seguridad para que lo ayude a parar la marcha del pesado vehículo, pero eso no fue posible porque afirma que en esta parte tradicional de Guayaquil la guardianía se ha esfumado desde hace al menos una semana.

Sintió que otro balde de agua fría cayó sobre él cuando observó al conductor del tráiler acelerar y que metros más adelante tuvo otro encontrón, aunque esta vez fue con un vehículo que estaba estacionado. Afortunadamente solo se desprendió uno de los espejos retrovisores.

El hecho quedó registrado en las cámaras de vigilancia que Zea ha instalado fuera de su vivienda y se lamenta de que, por la falta de seguridad, haya ingresado un vehículo de estas dimensiones y que haya dejado daños en el ornato.

“Desde el pasado sábado no hay guardianía en Las Peñas. Es tierra de nadie. Tampoco hay ni una pluma ni nadie que ejerza los controles en la entrada. Es la primera vez que ocurre algo así en la calle”, se queja el residente y dueño del desaparecido Arhur’s, tradicional bar-restaurante que cerró sus puertas debido a la crisis causada por la COVID-19.

El residente aduce que el conductor tenía como destino final el Puerto Santa Ana y utilizó esta angosta vía, que ha vuelto a cobrar vida. “La placa es de la Sierra y supongo que el chofer desconocía que por este punto no hay una conexión. Incluso quería quitar la cadena que separa al Puerto de la calle”, agrega Zea.

Por qué no hay guardianía en este punto y si es permitido que ingresen vehículos de este tipo a la emblemática calle son los cuestionamientos que Diario EXPRESO envió al Municipio, pero hasta el cierre de esta nota no llegaron las respuestas.

Este rotativo confirmó que los pedazos de baldosas se encuentran esparcidos en una jardinera cerca del cerramiento del inmueble, por lo que Zea espera que la autoridad ejecute pronto el arreglo. Y también anhela que haya guardianía para evitar que esta parte de la urbe se marchite.