Ahora fue el turno de la energía eléctrica. El pasado viernes en algunas ciudadelas del norte se reportaron cortes de agua; pero la tarde y noche del sábado en Mucho Lote 1, en el norte de la ciudad, fue un corte de energía de más de siete horas el que generó molestias y preocupación entre los residentes.

“Vengan pronto a solucionar el problema, nuestras reservas de comida se van a dañar. No tenemos velas, ni tampoco dónde comprarlas. Por favor, hagan algo”, fue el reclamo de Agustín Mendoza, residente de la etapa 7 de la ciudadela, alrededor de las 20:00. La energía se había ido a las 14:30.

Para Mendoza, quien debido al estado de excepción y siguiendo las recomendaciones de no salir de casa para reducir el riesgo a contagiarse de coronavirus, permaneció tres horas asomado en la ventana de su vivienda para recibir “al menos algo de aire”; resulta inaudito que servicios como estos fallen.

Él, coincidiendo con Martha Santillán, de la etapa 2, cuestiona que la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) no esté lista para la emergencia.

“¿Qué pasa si se va la luz y en un hogar hay un paciente con coronavirus aislado? ¿Qué pasa si está asustado y necesita distraerse para olvidar su situación? ¿Cómo lo hará? ¿Mirando acaso una habitación oscura?”, cuestionó Santillán, quien temía que se dañen los alimentos que adquirió para los próximos 15 días. Ella se preparó para no salir ni a la vereda, afirma. Lamenta que por factores indirectos, como el calor que sintieron al no poder prender ni siquiera un ventilador, se hayan visto obligados a salir.

Sobre la interrupción de energía, que también se presentó ayer en ciertas ciudadelas del sur como La Pradera 1 y La Saiba, y en algunas urbanizaciones de la vía a Salitre, como Compostela; Mariela Padilla, vocera de CNEL, indicó que el problema surgió como resultado de una sobrecarga de energía.

Sin embargo, para los expertos consultados ese no sería el único factor para que se generen estos daños.

Y es que teniendo en cuenta que las industrias y los centros comerciales (por sus sistemas de climatización) son los establecimientos que más demandan energía y que ahora no están operando, explica la ingeniera eléctrica Kattia Delgado, no necesariamente se podría hablar de sobrecargas, puesto que los sectores afectados son, casi en su totalidad, residenciales.

CNEL reconoce que Guayaquil, que concentra la mayor demanda del país, registró estos días una reducción del 19,88 % del consumo normal. Sin embargo, advierte que el hecho de que en los hogares todos estén conectados sí da cabida a las fallas.

“Lo que estamos viviendo es un comportamiento de consumo atípico, debido a que en todos los hogares se prenden equipos de ventilación, de climatización y demás electrodomésticos al mismo tiempo, lo que causa condiciones de sobrecarga de transformadores en algunos sectores”, precisa a través de un comunicado emitido a EXPRESO. Explicación con la que difiere también el ingeniero Augusto Villavicencio que, coincidiendo con Delgado, apunta como otro posible causante de los daños al hurto de energía.

La dificultad de salir a las calles y hacer inspecciones, piensan, puede estar incidiendo en que aquellas familias que no tienen luz, se estén conectando de forma directa, lo que genera problemas. A esto se suma un factor ambiental: los ramas de los árboles.

“Si están muy largas y topan los cables o transformadores, van a dañarlos. Y en Guayaquil las medidas de prevención no son las mismas de antes”, detalla Villavicencio.

Ante tal situación, Víctor Coloma, presidente del Colegio Regional de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Litoral, hace un llamado a que CNEL reúna a los técnicos que conocen del tema para que trabajen más en prevención y estén preparados para actuar ante un error futuro de mantenimiento o prevención.

Hace énfasis además en la necesidad de que CNEL cuente con personal que conozca a ojos cerrados el sistema de Guayaquil que, sostiene, es delicado. “No digo que los técnicos sean malos”, agrega. Pero resalta el hecho de que entiendan a la perfección su comportamiento eléctrico para actuar en momentos de crisis.

Si bien la noche del sábado, tras las molestias presentadas, la Corporación Nacional de Electricidad cambió los transformadores dañados y realizó una nueva división de circuitos para abastecer la demanda para la que, asegura, están preparados; desde la misma institución se hizo un llamado a regular el uso de los aparatos.

El equipo técnico que atendió a los moradores de Mucho Lote 1 aseguró que hubo al menos ocho sitios, entre las 14:00 y las 21:00, en los que tuvieron que restablecer el fluido eléctrico a causa de la sobrecarga.

SUGERENCIAS

Mientras dure la emergencia y a fin de evitar fallos, más aún si están ligados a una sobrecarga, el director de la organización Medio Ambiente Sustentable, Xavier Salgado, sugiere tomar medidas que son fáciles de aplicar.

Pide no utilizar las cocinas eléctricas como lo han venido haciendo. Esto es que si estaban acostumbrados a cocinar tres comidas, opten por hacer un mismo plato para el almuerzo y la cena, y disminuir entonces así el uso del equipo.

Sugiere de igual manera reducir el uso de los aparatos electrónicos, optando por ejemplo por leer un libro. CNEL por su parte solicita regular la temperatura del acondicionador de aire entre 21 y 23 grados y limitar el tiempo de baño bajo la ducha eléctrica.