El avistamiento de ballenas jorobadas que, desde el pasado 25 y 26 de junio, empezó de manera oficial en el balneario de Salinas, provincia de Santa Elena, se convierte en la principal oferta para atraer a los visitantes a la Costa, en medio del paro que vive el paísy tras dos años en    los que no se las pudo observar, por la pandemia de COVID-19.

El espectáculo natural que presentan los cetáceos, al saltar en el mar, es el atractivo número uno de la denominada temporada de verano, que se extiende de junio a septiembre, etapa en la que los estudiantes de la región Sierra cumplen con su periodo vacacional.

Las autoridades del área turística y empresarios en la provincia de Santa Elena ya han iniciado los planes para captar a los aventureros. En esta jurisdicción, los balnearios de Salinas y Ayangue son los    sitios desde donde parten las embarcaciones para el encuentro con las también denominadas ‘yubartas’.

La tarde y noche del pasado sábado 25 de junio, en Salinas, un grupo de jóvenes nativos les dieron la bienvenida a las ballenas jorobadas con su tradicional ceremonia mítica al pie del mar. El colorido espectáculo empezó con un desfile de comparsas a lo largo del malecón.

Los visitantes que se apostaron al pie de la vereda aplaudieron a los participantes de los diferentes grupos, que lucieron atuendos relacionados a los enormes mamíferos.

“Por ser Salinas la puntilla más sobresaliente de Ecuador continental hacia el océano Pacífico, se puede observar a menor distancia a las ballenas e inclusive en el sector de La Chocolatera se las puede observar desde la orilla”, indicó Otto Lamán, director de Turismo municipal de Salinas.

Lo corrobora el investigador en comportamiento de ballenas Ben Haase, un holandés radicado en Salinas desde hace 20 años. “Cada vez son más los cetáceos que aparecen en esta época e inclusive ahora pueden divisarse con mayor regularidad. La temperatura fría del agua ayuda al proceso natural de apareamiento”, explicó el experto.

Para el cantón, el avistamiento de ballenas forma parte de uno de los planes más importantes para la reactivación económica. “Buscamos atraer el mayor número de visitantes (...);además, hemos coordinado con los empresarios para que los costos de hospedaje y alimentación sean también atractivos”, manifestó el alcalde de Salinas, Daniel Cisneros.

Este año, en Salinas son ocho las operadoras turísticas (con 20 embarcaciones) que ofrecen el servicio de traslado de los viajeros al encuentro con las ballenas. El embarque es desde el muelle público frente a la Capitanía del Puerto. Se estima que a dos millas náuticas de la costa ya se podrá observar a las ballenas.

El paseo tiene un tiempo aproximado de dos horas, pero si en ese lapso no han aparecido las ballenas, los turistas podrán continuar el recorrido hasta que puedan ser testigos del impresionante y fantástico espectáculo en el mar. El valor por persona es de 21 dólares.

“Si en las dos horas no se ve a las ballenas, extendemos el tiempo hasta que los cetáceos aparezcan y los viajeros queden contentos”, precisó Jamil Bazán, capitán de una de las naves autorizadas para los recorridos.

Patricia Vanegas, de nacionalidad chilena y radicada en Salinas, cuenta que acudir a observar ballenas en el cantón es una experiencia impresionante.

“Esto muy poco ocurre en el mundo, es por eso el movimiento turístico interesante que ahora tiene la Península en meses que antes eran considerados de baja presencia de visitantes”, señaló, al resaltar también el tema de la seguridad en los yates.

La Capitanía del Puerto de Salinas revisa las naves que parten con los viajeros. El objetivo es evitar algún accidente. En cada lancha acompaña a los turistas un guía, quien les explica la importancia de la conservación de estos mamíferos marinos.