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Realidades. Calles de los barrios y de algunas ciudadelas de varios sectores del norte y sur de Guayaquil son transformadas en canchas para practicar los deportes populares.Christian Vásconez/Expreso

Guayaquil pierde el miedo al COVID-19

Los fines de semana se nota más el relajamiento. Los juegos populares vuelven a copar las calles y parques.  Especialistas sugieren no confiarse.

Los más de tres meses de encierro, la reducción de muertes y una aparente reactivación comercial son parte de los factores que motivan al relajamiento que se vive en Guayaquil durante los últimos días. La ciudad, que fue calificada por un diario español como la ‘Wuhan de Ecuador’, hoy le hace frente al COVID-19 con su gente volcada nuevamente a las calles.

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Aunque los habitantes de las parroquias más afectadas por la pandemia, como por ejemplo Tarqui o Febres Cordero (que juntas suman más de 6.000 casos confirmados de los casi 10.000 registrados en Guayaquil), no olvidan las estremecedoras escenas del levantamiento de cadáveres que permanecían por varios días dentro de casas o amanecían en las aceras; ahora han cambiado esos escenarios grises por agitadas tardes producto de la práctica de juegos tradicionales: básquet, indor o el ecuavóley.

Los encuentros inician a partir de las 15:00, especialmente los fines de semana, y la ‘convocatoria’ se realiza por redes sociales o por el llamado de puerta a puerta. En algunos casos se toman por completo las vías, complicando el paso vehicular, y se extienden hasta la noche. El temor de contraer la enfermedad pasa a un segundo o tercer plano.

Estos deportes no solo se desarrollan en los barrios populares, sino que también han sido llevados a las canchas de parques de la ciudad, pese a que el Municipio decidiera cerrarlos, temporalmente, desde el pasado 14 de marzo. Uno de ellos es el Parque Lineal de la avenida 29, en el suroeste de la urbe.

En las canchas del lugar las personas corren durante las mañanas, pero en las tardes son ocupadas por jugadores de indor de este y otros sectores de la urbe. Las pequeñas y descoloridas gradas también son copadas por grupos de personas, que esperan su turno para el próximo partido, y de espectadores que concuerdan en que llegan al sitio para observar los juegos y, “distraerse y matar la cuarentena”.

juegs populares en Guayaquil
Escenario. En los exteriores del estadio George Capwell diversos jóvenes juegan indor, especialmente los fines de semana.CHRISTIAN VASCONEZ / EXPRESO

Uno de ellos es Miguel Castro quien, además, reconoce que retomó sus prácticas deportivas hace más de una semana, ya que sostiene que, “Guayaquil ahora está mejor preparada”. El joven estudiante agrega que sus compañeros no utilizan las mascarillas durante el encuentro, pero evitan el contacto físico. Una acción difícil de aplicar en este juego.

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Escenas similares se registran en calles como 39 y Argentina, 13 y Huancavilca, y en los exteriores del estadio George Capwell. Los deportistas admiten que durante los primeros días del semáforo rojo recibían llamados de atención por parte de agentes de la Policía. Sin embargo, en la actualidad lo único que hacen al notar su presencia es ponerse los tapabocas.

“Los muchachos hablan con ellos (policías), quienes entienden, ya que no practican todos los días, pero sí hay casos que los retiran porque hay muchas personas”, relata Nicolás Carbo, habitante de la 26 y la N, quien observa los partidos de ecuavóley que se desarrollan en esa esquina todas las tardes.

No obstante, esta situación no ha sido vista con buenos ojos por todos, ya que hay usuarios que han llevado sus denuncias a las redes sociales. Mediante publicaciones acompañadas con fotografías piden a las autoridades que redoblen los controles, ya que temen la propagación del virus.

Ante estos comentarios, el sociólogo Galo Cervantes lamenta que todavía la población no haya logrado comprender que el COVID-19 es una pandemia agresiva, y que todavía se evidencie poca orientación por parte de las autoridades. “Recordemos que esto se tomó con una gripe, pero cuando se acentuó el problema era tarde. No hay que relajarnos”, advierte Cervantes.

Mientras que, bajo la mirada del especialista en Salud Pública, Luis Triviño, aunque la curva de contagios descienda y la ciudad pase a un semáforo verde, todavía no es tiempo de que las personas salgan a realizar estas actividades deportivas. Subraya que esos espacios son focos de infección y con la práctica prolongada es inevitable tener contacto físico con el resto.

No hay que relajar las restricciones, ya que los rebrotes de nuevos casos pueden llegar hasta septiembre”, acota Triviño, quien recomienda continuar con el distanciamiento social y el uso de mascarillas al momento de salir a la calle.

Mantener la distancia de al menos dos metros también sugiere el médico epidemiólogo Federico Cabrera, quien explica que las personas pueden ejercitarse en la calle de manera individual, pero no en grupos. Sin embargo, lo más preocupante que ha notado en la ciudad es la proximidad que tienen los usuarios que acuden a los mercados. Por ello, al igual que su colega, indica que no hay que confiarse. “La prevalencia de los infectados pasó; quedan pocos y esos tienen que protegerse”, concluye.

La nueva normativa restringe y es contradictoria”    

  • El pasado lunes 8 de junio, el COE nacional dispuso que de acuerdo al color del semáforo las personas pueden realizar actividad física, de forma individual, en espacios libres y cumpliendo algunos protocolos de seguridad, pero así como lo publicó Diario EXPRESO, la mayoría de personas coincidió en que esta resolución trajo una serie de dudas y hubo quienes la calificaron de “contradictoria”. Por ejemplo, el entrenador de fútbol Byron Morán indicó que en la mencionada normativa no se determinan las áreas específicas en las cuales se puedan realizar las actividades individuales, “lo cual también aumenta el riesgo de aglomeraciones en aceras o parques pequeños”. Se lamenta que, además, exista el poco control de parte de las autoridades, ya que se permite que en los barrios o zonas rurales se realicen dichas actividades grupales sin ningún tipo de prevención. El entrenador de tenis, Carlos García, coincidió con Morán con respecto a que la disposición es “a medias”, pero enfatizó que retomar las actividades físicas dependerá del tipo de disciplina deportiva. “Será fácil en tenis, pero no en el fútbol o básquet porque ya se trata de competencias profesionales donde hay roces. Hay que esperar un poco más de tiempo”, sugirió.
deportes en barrios
Situación. Diferentes personas cierran las calles para practicar deportes en Guayaquil.CHRISTIAN VASCONEZ / EXPRESO