Esquivarlos es una misión imposible y el resultado es que caen porque caen. Así es el día a día de los conductores, no importa si son de buses o vehículos livianos, que circulan por la principal avenida del vecino cantón Durán y que conecta con Guayaquil: la Nicolás Lapentti. Esto se debe a que en diferentes tramos de la transitada arteria se encuentran baches de entre 15 a 20 centímetros de profundidad, que los ponen en aprietos, y han sido la causa de accidentes y averías en las unidades.

Carlos Morán, morador de El Recreo, cuenta que el problema se agravó en diciembre anterior y lo que en un inicio eran unos huecos pequeños hoy son auténticos cráteres de la Luna. “Los camiones y tráileres han dañado más la calle por el peso. Un carro pequeño ya mismo se queda atrapado”, ironiza el conductor que, asimismo, ha tenido que frenar a raya, pero no ayuda mucho. También ha caído y no le queda de otra que seguir a marcha lenta.

A la altura del ingreso al Santuario del Divino Niño los baches complican la circulación y, en época de lluvia, el agua se queda estancada provocando más peligro. El peor de los casos ocurre cuando ya es de noche y toca resignarse al fuerte impacto que el automotor reciba.

Eso le ha pasado a Julio Campodónico, guayaquileño y quien utiliza la vía para ir a su trabajo, en el cantón ferroviario. “Son en al menos tres puntos que están estos huecos. Si alguien no conoce la vía y es de noche de seguro se le daña el carro o pasa un accidente. Aquí ha habido varios”, cuenta.

Otro punto es a la altura de ingreso de la avenida Jaime Nebot Velasco. Allí, un tramo de los carriles, donde ruedan sobre todo los buses intra e inter provinciales, está deteriorado. Las piedras se conjugan con tierra y material lodoso producto de los aguaceros.

Incluso, en el sentido Guayaquil - Durán, los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) han tenido que colocar una caseta jersey en uno de los socavones para alertar del peligro. En el momento que lo esquivan, los choferes que vienen atrás se ven obligados a frenar rápidamente. De acuerdo con la entidad, en enero de 2022 han ocurrido tres accidentes de tránsito. Precisamente se han dado en estos puntos mencionados. Los siniestros no dejaron fallecidos, pero sí dos personas heridas.

Y son estos eventos los que turban la tranquilidad de los que tienen negocios a lo largo de la vía. Ellos dicen que son más accidentes los que se suscitan en los puntos, pues los frenazos a raya son constantes.

Así afirma Carlos López, quien tiene un negocio de venta de plásticos, pasando el Cementerio de Durán, cerca de un paso peatonal, y resalta que son sí, tres accidentes se dan, pero cada semana.

“Caen en los huecos y frenan, el que viene atrás, con velocidad, no puede frenar y se impacta. Aquí hasta los que se bajan de los buses corren peligro. Comenzaron arreglos en otros tramos, pero aún faltan”, precisa, al detallar que en este punto la carpeta asfáltica de un paradero de buses, aledaño a la zona, también presenta daños.

Ante los trabajos que se ejecutan, Víctor Hugo Boza, vocero del Municipio de Durán, argumentó a EXPRESO que la concesionaria Conceagua, que opera con la Prefectura del Guayas, es la que lleva al frente estas tareas. Reconoció el deterioro y acotó que el alcalde de la localidad, Dalton Narváez, ha insistido en la intervención.

“Ya se ha procedido con la rehabilitación (...) Se ha insistido en varias ocasiones y la última fue el 7 de febrero”, detalla el funcionario al recordar que en un documento se solicitó, además, el bacheo, la reparación de muros y parterres.

Adelantó que entre los proyectos futuros se contempla que sobre la avenida se construyan pasos a desnivel, pero la ciudadanía que transita por diferentes tramos, sobre todo bajo los semáforos, considera urgente que, asimismo, se marquen los pasos cebras.

“Cruzar es un peligro. Hay vigilantes en ciertas horas, pero andamos al corre corre”, se queja Julianna Marcos, de la ciudadela Panorama. Así como ella, esperan que los trabajos sean inmediatos, y que no solo sean en la calzada, sino en el entorno. Un trabajo integral.