La falta de una parada obliga a pasajeros de las líneas 85 y 143 subir o bajarse en el parterre central. Ocurre en uno de los tramos más conflictivos de la avenida Francisco de Orellana, como es frente al sector Los Rosales.

Las unidades toman el carril de velocidad para luego girar a la derecha para dirigirse a Sauces 8 y centro de Guayaquil.

La escena se repite todos los días, hasta en la noche. María José Carrasco, quien habita en Los Rosales, está consciente del riesgo al que se expone cuando camina en medio de los automotores para llegar al parterre.

“¿Pero qué alternativa tengo, si desde ese punto el bus toma otra ruta, donde ya no recoge a los pasajeros? No hay pues”, manifestó Carrasco, quien para ir a su trabajo, en el centro de la ciudad, debe recurrir de manera obligada a los buses de la 85.

En el caso de la joven, la parada más cercana está ubicada cerca de la intersección con la Teodoro Alvarado Oleas, es decir, a unos 400 metros.

Conductores de ambas líneas admiten el peligro para el usuario, incluso hay el riesgo de protagonizar un accidente de tránsito. Pero coinciden en que no hay otra opción para recoger a los pasajeros.

“Será cerca de un kilómetro que no recogeríamos pasajeros, porque obligadamente debemos tomar el carril central para poder desviarnos por Sauces 8”, explica uno de los choferes de la línea 85 que pidió reservar su nombre.

Fernando Amador, director de Transporte Público de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), confirma la prohibición de recoger usuarios en cualquier parterre de la avenida Francisco de Orellana.

Pero ¿qué solución hay para los pasajeros? Por lo pronto, para Amador no resulta aplicar un lazo vial, cuya alternativa más cercana es la avenida Jorge Villacrés Moscoso, arteria principal del sector El Cóndor.