Decenas de padres de familia de varios colegios de Guayaquil realizaron, este jueves 23 de enero de 2020, un plantón en los bajos del edificio Público del Sector Social ‘Joaquín Gallegos Lara’, donde funciona la regional de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Lo hicieron para exigir la eliminación de la prueba Ser Bachiller que, desde el lunes 20 de enero, se toma a 169.347 estudiantes de tercero de bachillerato del ciclo Costa.

Los padres de familia denuncian una supuesta filtración de las preguntas de la evaluación que sirve para graduarse en el colegio y postular para estudiar una carrera en el sistema de educación superior.

Padres de familia, junto a sus hijos, se apostaron en los bajos del edificio y con pancartas y gritos exigían que se tomen las medidas necesarias para no perjudicar a miles de jóvenes que tienen el sueño de seguir sus estudios universitarios.

Irene Flores, madre de familia del colegio Santo Domingo de Guzmán, no acepta que su hija con un excelente promedio que ha mantenido durante su trayectoria estudiantil, haya obtenido solo 62 puntos en la evaluación que rindió el lunes pasado; mientras que otros compañeros que tienen bajo promedios académico, hayan logrado muchos más aciertos en la prueba que dieron en la tarde o al día siguiente.

“Lo que pasa es que se filtró la evaluación y quienes la dieron primero salieron perjudicados por la complejidad de la misma. En cambio, los otros, como ya tenían las respuestas, pudieron desarrollar muchas más preguntas y lograr más aciertos. Esta situación los benefició a ellos”, manifestó la madre indignada.

María Eugenia Salazar, madre de familia del colegio Nueva Semilla, también cuestiona la prueba y plantea su eliminación para que los colegios sean las entidades que recepten otro tipo de examen.

“No puede ser que todos los años pase lo mismo. Estudiantes estresados porque no saben si van a lograr buenos puntajes, pese a que se preparan durante todo el año”, señala la madre de familia, quien además cuestiona la poca seguridad y garantía que brinda el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), para que la prueba no se filtre.

En el plantón, también, estuvo, Gabriela Alarcón, estudiante de la Unidad Educativa La Moderna, quien estaba desconsolada por los pocos aciertos que había obtenido en la Ser Bachiller. “La prueba es difícil y tiene preguntas que nunca hemos visto en nuestra vida estudiantil”, anotó.

En cambio, Johan Barreno, estudiante del colegio técnico Simón Bolívar dijo que de nade le sirvió prepararse todo el año y trabajar con el simulador del Ineval, si finalmente la prueba tenía preguntas que nunca ha visto en el aula y que el simulador tampoco las tenía.

“El examen es injusto. Por ejemplo, yo soy bachiller técnico y me toman preguntas de biología y otras asignaturas que poco vemos en el año. Cómo esperan que salgamos bien”, pregunta.

Un grupo de padres fue atendido por Ballardo Villegas, director de la Senescyt Zona 8. Al término de la misma, ellos indicaron que la autoridad los citó para una reunión, el próximo martes 28 de enero, para analizar qué salida dar a esta problemática.

Los estudiantes quieren, que se les reprograme el examen a quienes lo dieron el lunes pasado. “Luego veremos qué acciones seguiremos para que esta prueba se termine de una vez por todas, ya que ha dejado fuera del sistema de educación superior a muchos jóvenes”,