En la avenida Juan de Dios Martínez y Bálsamos, en Urdesa, un poste está de ‘adorno’. Y es que la luminaria está escondida entre las ramas de un árbol, tal como pasa en otros sectores de la ciudad, como la Kennedy, la Alborada, Sauces, Guayacanes, Samanes, vía a la costa. 

Frente a ello, la comunidad pide hacer una poda adecuada que tampoco dañe a la especie. Alertan que ya han sido testigos de como, tras una denuncia o solicitud de poda, lo que la entidad hace es talar en su totalidad la especie. "Eso no queremos, no es la intención que la quiten y que nos quedemos con menos sombra todavía", sentencia Josué Morocho, habitante de Urdesa.

Sobre este caso en particular, el ciudadano que hace la denuncia a EXPRESO asegura que por las noches resulta complejo caminar ante la poca visibilidad. "Sabemos que Guayaquil está más peligrosa que nunca, entonces lo que pido es que haya al menos iluminación. Tener que caminar viendo a todos lados, como si tuviéramos ojos en la nuca, es horrible. Cero amigable. Solo quiero una movilidad tranquila. Por eso el pedido de que poden como se debe la especie", exhorta. 

Rubén Castro, del mismo vecindario, hace un llamado a que el personal municipal haga un recorrido minucioso por la ciudad para constatar qué árboles requieren de un mantenimiento urgente. "En Urdesa, en toda Urdesa, el problema se repite. Pasa igual en El Paraíso y Miraflores. Nosotros necesitamos de luz, de toda la luz del mundo para recuperar algo, apenas un poco de esa libertad que ya perdimos. Aunque sea por la noche quiero salir a comprar comida, pan, un jugo, lo que sea..., sin miedo", indica. 

Las quejas, que se han hecho públicas también en las redes sociales, incluyen afectaciones ligadas al invierno. Solo la noche del pasado 24 de enero dos árboles se cayeron en Guayaquil y, a causa de ello, vehículos y una vivienda sufrieron daños. ¿Quién responderá por ellos? Es la pregunta de los afectados que, sin embargo, no haya respuesta. 

"Desde mi punto de vista debe ser el Municipio. Y es que si bien la entidad no es la que lanza el árbol sobre la casa u otra estructura, por su lentitud al momento de darle mantenimiento a las especies este sí se vuelve responsables. Al menos se convierte en un responsable a medias", declara Diego Albán, habitante de Sauces; que dice estar "harto" de que las plagas sigan secando a Guayaquil. 

"Ahora uno puede ver ramas secas, sequísimas, desde cualquier punto del Puerto Principal. Sitios que antes estaban verdes, ahora son grises. Pudo haberse evitado llegar a este extremo. Lo saben todos, Guayaquil lo ha gritado hace años año. ¿Y qué se está haciendo? Nada o muy poco. Por eso el problema se extiende", alertó