Israel prevé haber terminado de vacunar contra la COVID-19 a toda su población, de casi 9 millones de personas, en marzo. Es casi la misma cantidad que el Gobierno de Ecuador se ha propuesto inmunizar (el 60 % de sus 17 millones de habitantes), pero la diferencia estará en el tiempo.

Mientras Israel tiene desde los últimos diez días de diciembre un acelerado ritmo de casi 150.000 personas diarias, según dijo a EXPRESO el embajador de ese país, Zeev Harel; Ecuador ha anunciado para fines de enero una primera fase de 50.000 vacunas, lo que equivaldría a 25.000 personas, considerando que son dos dosis por cada una.

Si ese se convirtiera en el promedio mensual de inmunizados en el país, Ecuador tardaría en cumplir su objetivo por lo menos diez años.

No es el único con esa perspectiva. Un artículo del portal español vozpopuli.com hizo un cálculo basado en el promedio de 24.000 vacunas semanales que por ahora se están aplicando en la comunidad de Madrid y advirtió que, a ese ritmo, inmunizar a los 5 millones de habitantes de esa región tomaría al menos un lustro.

¿Habría algún problema si el proceso de vacunación se extiende? “Es crítico si tarda mucho. Si llegan 50 mil dosis para 25 mil personas, estamos hablando de vacunar al 0,15 % de la población. Y si el objetivo es llegar al menos al 60 %, estamos yendo muy lento”, afirma Andrés López, investigador de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

El máster en Biomedicina se ha propuesto publicar en su cuenta en Twitter el avance de la vacunación por países. "Si bien Estados Unidos y China son los que más dosis administradas han recibido (aproximadamente 5 millones) su población es mayor y por ende tomará tiempo.  Para llegar a una inmunidad de rebaño se requiere llegar al menos al 60 por cada 100 personas con doble dosis. Es claro que llevará al menos hasta fines de verano (septiembre) el proceso de vacunación", explica.

A su criterio, es importante tomar en cuenta que con el tiempo el virus está adquiriendo mutaciones que aumentan su capacidad de contagio y eso genera caos en el sistema de salud de los diferentes países, por lo que urge que el país apresure la inmunización.

En ello coincide Mónica Tarapués, doctora (PhD) en Farmacología, quien como López recuerda que se debe alcanzar un porcentaje de población para lograr la inmunidad de rebaño.

Ella es magíster y especialista en Desarrollo, evaluación y utilización racional de medicamentos. Aclara que aunque no hay evidencia contundente sobre en cuánto tiempo es aconsejable vacunar a toda la población de un país, a la luz de las circunstancias y la mutación del virus, lo más importante es hacerlo en el menor plazo posible.

Un criterio similar expresa la doctora (PhD) en Inmunología, Marbel Torres: "El tiempo es ya, apenas exista la vacuna contra el patógeno que haya sido aprobada su eficacia y seguridad, Mientras no nos vacunemos vamos seguir infectándonos; y si son de con un cuadro vulnerable o de co-morbilidades, habría más muertes".

Con ese fin, López recomienda profundizar las negociaciones con diferentes farmacéuticas. “Por otro lado, el proceso de vacunación, el control de las dosis y los tiempos por persona deben ser impecables, ya que si la segunda dosis se pone fuera de tiempo podría perjudicarse la eficacia de la vacuna, ya que esos análisis no se han hecho”, agrega.

Tarapués y Torres coinciden en que las vacunas son las que han permitido combatir y superar las pandemias; y que son ellas las que nos van a permitir volver a la ansiada normalidad, sobre todo en el aspecto económico. 

La especialista en Farmacología y uso seguro de medicamentos considera importante, si el proceso de vacunación en Ecuador llegara a extenderse en el tiempo y hubiera grupos vacunados con muchos meses de diferencia, efectuar una vigilancia de los efectos en cada uno y de la duración de la inmunidad. Y pide diferenciar la vigilancia de la efectividad de la vacuna con la de los efectos adversos. “Hay un poco de confusión al respecto”, advierte.

Una vacuna debe ser segura, eficaz y actuar a largo tiempo. Y tener características como:

• Inmunogenicidad, que es la capacidad para inducir una respuesta inmune detectable
• Segura, no existan reacciones adversas
• Estable; resista la degradación física para que mantenga su inmunogenicidad
• Efectiva, que los resultados y beneficios de salud proporcionados protejan a la población del patógeno.

EMBAJADOR DE ISRAEL: "LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN CONFÍA EN LAS VACUNAS"

Mientras las vacunas aún estaban en fase de desarrollo, Israel firmó contratos para adquirirlas con algunas de las farmacéuticas más importantes. De allí que fuera uno de los primeros países en recibirlas. De igual modo, el sistema de salud es obligatorio para todos los ciudadanos e incluye la aplicación de la vacuna. Estos son dos de los factores que cita el embajador de ese país en Ecuador, Zeev Harel, para explicar por qué están a la cabeza de los procesos de vacunación a nivel mundial.

Hay un sistema de centros médicos en casi todo el territorio. Se encargan por una parte de llamar a los ciudadanos de su sector a vacunarse; o de asignar un turno a quienes lo soliciten. Aunque Israel, al igual que lo han hecho otros países, empezó por el personal médico y las personas mayores.

Además, hubo una campaña de educación sobre la importancia de vacunarse. De allí que la mayoría de la población confía en las vacunas y hay una gran demanda de ellas, asegura.