Las impactantes imágenes del incendio que se generó en la cartonera Procarsa, ubicada en el kilómetro 6,5 de la vía Durán-Tambo, la noche del pasado lunes, han hecho ver lo frágil que es el cantón frente a estos siniestros. El agua sigue siendo uno de los mayores problemas en esta comunidad. Y aunque el alcalde Dalton Narváez asegura que se actuó de la mejor manera y según el protocolo, hay quienes advierten que de no haber tenido que abastecerse solo por tanqueros, los resultados hubieran sido otros.

“Al menos el 50 % de lo que se quemó pudo haberse salvado”, reconoce a EXPRESO el urbanista Johnny Cóndor, bombero guayaquileño que se sumó a la tarea de controlar las llamas y, horas después de lo ocurrido, habla de la necesidad “urgente e inmediata” de que Durán cuente en su totalidad de agua potable.

Y es que para apagar el incendio, los vehículos del Cuerpo de Bomberos tuvieron que ayudarse de al menos 40 tanqueros particulares que iban y venían incluso de Samborondón para cargar las maquinarias de agua.

“Fue una noche difícil, la falta del líquido vital fue fatal, pero se pudo aguantar por los tanqueros privados que se sumaron y porque al pie del sitio de la emergencia hay un canal que nos permitió bombear el líquido para combatir el flagelo... A las 03:00, sin embargo, seguíamos viviendo un infierno. El escenario se nos complicó varias veces”, señala Cóndor, quien hizo un llamado a que el Cabildo instale más hidrantes.

No hay o son escasos, lamenta. Los bomberos de Durán, a su juicio, están abandonados y la comunidad entera corre peligro de que, de haber un siniestro similar una próxima vez, no corran con la misma suerte.

Esta vez no hubo víctimas fatales y, según el comunicado enviado por Damián Baeza, gerente general de Procasa, el complejo industrial de producción no terminó afectado, sino solo el material que estaba en la bodega de materia prima y sus exteriores. Aún así, piensa Cóndor, las afectaciones pudieron ser menores si los recursos hubiesen estado al alcance.

El también urbanista César Rendón comparte esa opinión, asegurando que tras 118 años de vida que tiene la localidad, es necesario que este servicio básico sea de una vez por todas regulado.

“Es increíble que en este siglo, se escuche aún de este problema. ¿Qué hubiese pasado si los bomberos de los cantones aledaños no hubiesen dado la mano? La fábrica, sus alrededores, el entorno hubiesen ardido. Durán es zona industrial en gran parte. La situación puede replicarse”, cuestiona.

Fueron más de 500 bomberos, entre rentados y voluntarios de cantones como Guayaquil, Daule, Samborondón, Yaguachi, Marcelino Maridueña, entre otros sectores, los que participaron de la labor que a alrededor de las 15:00 de ayer tuvo que fortalecerse debido a que el fuego se reactivó.

Narváez asegura que no es la primera vez que un incendio de esta magnitud ocurre. Hace diez años hubo uno peor en una fábrica de químicos. “En esa ocasión se formó un hongo de humo que a los bomberos hasta los asfixiaba. Ahora fue distinto y ha podido ser controlado...”. Fueron decenas de tanqueros los que colaboraron en la tarea y se abastecieron, relata, del agua de las tomas San Enrique y El Recreo que fueron abiertas en su totalidad para surtir a las maquinarias (además de La Puntilla y el canal, como adelantó Cóndor).

Aunque para Narváez el plan de contingencia aplicado evitó pérdidas más drásticas, con el Plan Choque, que es parte del Plan Maestro de Durán (que prevé proyectar la ciudad de aquí a 30 años) y busca construir, con inversión privada, los pozos que Alexandra Arce, la alcaldesa de la anterior administración, dejó pendientes; espera solucionar los problemas que persisten con el agua.

Asegura que hoy se ha normalizado la distribución del líquido vital en los hogares. Pero reconoce que de haber puesto en práctica lo planificado en su gestión anterior, las quejas y preocupaciones respecto al tema se hubiesen ya acabado.

“Dejé listos los estudios para la construcción del acueducto que necesitamos, pero todo se cambió y por eso este sigue explotando. El plan apunta a solucionar esto, a corto y largo plazo....”, menciona.

Sobre lo ocurrido, entre la población existe un miedo similar. Juan Carlos Rendón vive en El Recreo hace 45 años y lamenta que cada vez que es testigo de un siniestro como el de ahora, piense en lo que pasaría si la colaboración de los cantones no fuera tan rápida. “¿Podríamos salvarnos? ¿Qué pasa si el incendio es en el centro comercial o una urbanización o zona completamente habitada? Habría víctimas mortales. ¿Es justo? No”, se responde; al esperar que en medio de esta crisis que vive el país y el mundo a causa del coronavirus la dotación de agua en Durán sea la buena noticia de los próximos años en el lugar, el segundo cantón más poblado del Guayas.

Aún se desconoce el origen del incendio

El siniestro ocurrido en el negocio especializado en la elaboración de papel y cajas de cartón, como lo publicó EXPRESO, se registró la noche del lunes y por la intensidad de las llamas se extendió hasta la mañana de ayer.

Inició cerca de las 20:30 y las llamas pudieron observarse desde diversos puntos de Durán, La Puntilla y Guayaquil. Aún se investiga qué causó el incendio.

Directivos de Procarsa aseguran que están implementando las medidas necesarias para continuar con la producción de cajas de cartón, dando seguridad y tranquilidad a sus colaboradores y a las familias que directa e indirectamente dependen de la compañía.