Luego del último reportaje que publicó Diario EXPRESO sobre los terrenos abandonados en el sector de El Tornero en La Puntilla, perteneciente al cantón Samborondón, en la provincia del Guayas, decenas de quejas salieron a la luz. “¿Qué hacen con la recaudación de impuestos elevados? Hay una variedad de carencias que amerita se exija que haya una regeneración urbana de El Tornero”, reclamó enérgico el abogado Alberto Montalvo, residente, quien detalla los problemas que existen en la urbanización.

“Hay veredas llenas de moho, monte y en mal estado. Cuando llueve parece que estuviese enjabonado y es peligroso para los que caminamos por ahí. Aquí habitamos muchos adultos mayores y es angustiante saber que podríamos accidentarnos”, denunció el profesional, lo que fue constatado por este Diario.

En la avenida Terranova no solamente la vereda presenta dificultades, también un sumidero de aguas lluvias está en mal estado y tapado por la gran cantidad de basura. “Cuando llueve fuerte esto se inunda, estas calles necesitan mantenimiento. Nos sentimos olvidados por las autoridades”, reclamó Gina Chiriboga, moradora de El Tornero 2.

Los residentes recuerdan que el sitio era una enorme hacienda, que conserva su nombre pero se divide en tres etapas (El Tornero 1, 2 y 3). Hace aproximadamente 30 años se empezó a edificar y se creó una especie de megasector que tiene más de una decena de urbanizaciones, centros de estudios y locales comerciales.

Pero por la antigüedad y falta de mantenimiento, las veredas presentan muchas fisuras. Además, las calles no fueron diseñadas para un tráfico tan intenso como el que se da ahora. “Esto era una hacienda, ahora es una zona urbanizada; imagínese, ahora tenemos hasta un centro comercial y de los mejores”, recalcó Chiriboga, quien considera que asimismo la zona debe modernizarse. “Quisiéramos una regeneración urbana para este sector. Nuestras casas son del siglo XXI, pero las calles parecen del siglo pasado”, reclamó la residente.

Montalvo no encuentra sentido a los altos impuestos que paga y las pocas obras que hay en el sector. “Este año pagué casi mil dólares de impuestos por mi vivienda. Es demasiado, pero las calles siguen iguales, no hay una ayuda ni una mejora que valga todo lo que cancelamos como ciudadanos responsables. ¿Qué hace el Municipio con tanta plata?”, insistió el profesional del Derecho, mientras señalaba frente a la urbanización Santa Fe un poste en mal estado. A esto, suma el problema de los altos costos de los servicios básicos. “En agua potable pago entre $ 180 y $ 250 mensual, demasiado dinero. Y en luz ni se diga. Los costos son altísimos”.

En La Puntilla, la empresa encargada del líquido vital es Amagua, la misma que lo comercializa. El sector no tiene una planta de tratamiento. “No tenemos canal de aguas servidas, solo un pozo séptico que con el tiempo hace que lleguen los malos olores”, añadió Montalvo, quien vive en El Tornero 3.

“Este año pagué más de $ 1.300 por los impuestos. Es demasiado comparado con la poca atención municipal que recibimos. La recaudación de impuestos debe ser enorme y no tenemos ningún parque ni área común”, lamentó Chiriboga, de 59 años de edad.

EXPRESO consultó al Cabildo sobre los reclamos que hace esta comunidad y cuál es la planificación que existe en el sector, pero no se obtuvo ninguna respuesta.

Renato Icaza, joven residente de El Tornero 1, desveló otro problema que sufre el sector. “Los postes de hormigón están deteriorados. Sus luces realmente iluminan muy poco. Y hay otras zonas donde están completamente inservibles”, indicó sobre lo que se observa cerca de la Unidad Educativa Crear, donde considera que hay mucho por mejorar en cuanto a tecnología.

“Hay fallas en las redes de comunicación eléctrica. Por ejemplo, los cables son unos tallarines, eso ya no se debería usar, menos en esta zona. A veces se caen, muchos están en el suelo por semanas. No hay prontitud para arreglar estos problemas”.

Otros consideran que son las instituciones particulares de la zona las que mantienen el lugar. “Hay mucha inversión privada en esta zona y eso es bueno, porque si no fuera por ellos, esto sería un completo desastre. Por ejemplo, la zona cercana a la universidad UEES está muy bien (...). Es la mejor zona iluminada”, anotó José Valdiviezo, quien a diario transita por el sitio. Insistió en que hay otras partes donde las luces están parpadeando y en otras ni funcionan. “Esto genera inseguridad para los peatones. Solamente nos alumbra la luz de los vehículos que pasan por aquí”.