Que los estudiantes mejoren su nivel académico en Matemática, no le teman y la comprendan, es el objetivo del proyecto ‘Jugando aprendo’, desarrollado por Ney Coto Cisneros, de 51 años, docente de Matemática de primero, segundo y tercero de bachillerato del colegio fiscal Teniente Hugo Ortiz.

El docente, quien nació en Esmeraldas pero desde pequeño vive en Guayaquil, creó una serie de juegos (cubos, cartas, fichas) y los adaptó a la parte abstracta de la Matemática, para que le guste al estudiante y pueda aplicarlos en los temas que enseña el maestro, basado en el currículo escolar.

El juego del cubo al binomio sirve para enseñar productos totales, factorización, entre otros temas (Matemática), o hallar áreas laterales, áreas totales (Geometría), etc.

Con las fichas bicolores los estudiantes aprenden patrones numéricos, series numéricas y ecuaciones, contenidos que se abordan desde octavo hasta tercero de bachillerato.

Estos juegos están recogidos en el libro ‘Matemáticas Experimentales’, de 155 páginas, que presenta dibujos para ser recortados y armables. Además se puede trabajar con material reciclable.

“Los alumnos dedican un tiempo a crear el juego y luego realizan la práctica de una manera divertida, con el conocimiento que han adquirido en la clase”, explica Coto, quien a pesar de que las clases no son presenciales, debido a la pandemia de COVID-19, visita a sus alumnos en sus domicilios para seguir de cerca el proceso de aprendizaje de esta materia, que suele ser temida por niños y jóvenes.

La propuesta se basa en que los chicos aprendan esta asignatura jugando. Ese mismo juego servirá para ampliar contenidos de otras áreas como Lenguaje e Inglés, a través de palabras escritas en el mismo.

“Por tradición, la Matemática ha sido la materia más detestada y difícil para los chicos, quienes la ven como un problema que tienen que atravesar cada año lectivo. Con este proyecto se busca terminar con ello y hacer que los niños se divierten aprendiendo”, manifiesta el maestro, graduado en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) en la carrera de Tecnología de Análisis de Información y que actualmente cursa una maestría en Innovación Educativa.

Aparte de los juegos, el libro contiene miniproyectos (bingo kit, fichas neurotécnicas) que sirven “para afianzar el contenido”, así como la implementación de un reloj de arena que permite hacer la parte didáctica más activa, ya que el estudiante se siente motivado a terminar más rápido su tarea, a medida que corre el tiempo.

‘Matemáticas Experimentales’ nació hace cinco años y ha sido implementado por profesores de otros colegios.

Con este trabajo, Coto obtuvo el año pasado el noveno lugar en el Concurso de Excelencia Educativa que organiza la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (Fidal) y ganó un viaje a Costa Rica, donde tuvo la oportunidad de visitar centros educativos fiscales y privados que se interesaron por su propuesta.

“Compartí mi trabajo con colegas extranjeros. Ellos lo acogieron y lo aplicaron en sus aulas de clases. Eso era parte del trato contemplado en el premio”, comenta.

En Ecuador también hay interés por este proyecto. “Para este año lectivo, algunos colegios privados iban a utilizarlo dentro del proceso educativo; pero la pandemia trastocó esos planes”, explica.

Hace dos semanas, su trabajo fue reconocido por la Subsecretaría de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), que lo declaró ‘Maestro Innovador del Año’.

Al momento, el docente prepara la segunda edición de su libro. Su reto es digitalizarlo para que llegue a la educación virtual. Para ello ha buscado ayuda de la empresa privada, que está financiando los costos del texto para que sirva de apoyo en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes.

Los alumnos de Coto destacan las bondades del proyecto. “Esto nos hace ser más creativos y rápidos a la hora de pensar. Nos enseña a perderle el miedo a la Matemática”, menciona Luis Álvarez, estudiante de segundo de bachillerato.

Los padres de familia dicen que han visto un cambio en sus hijos al momento de abordar la materia. “Razonan y entienden lo que hacen y juegan mientras están aprendiendo”, opina Gloria Peñafiel, madre de dos escolares.

Jimmy Muñoz es el creador de otro juego para aprender

Este año el profesor lojano Jimmy Muñoz Armijos resultó ganador del XII Concurso Nacional de Excelencia Educativa de la Fidal, con el proyecto ‘Game Math’, un entorno virtual de aprendizaje gamificado para las asignaturas de Matemática, Ciencias Naturales, Lengua y Literatura, Estudios Sociales y proyectos escolares en los niveles de educación general básica elemental y media y bachillerato general unificado.