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Vialidad. Los ciudadanos piden que se realicen más controles a los conductores que instalan faroles no permitidos en sus vehículos.Álex LIma

“Las discotecas ahora andan a cuatro ruedas por la calle”

Por ley está prohibido el uso de luces estroboscópicas. En las vías de Guayaquil es común la escena.  Hay conductores que confiesan que las colocan por moda

En la vía Daule, la Perimetral, la vía Salitre y la autopista Narcisa de Jesús, solo por nombrar unos casos, los malestares en la vía no se limitan a la imprudencia de los conductores de carros pesados, sino al destello que causan las luces que colocan sobre los vehículos (a veces pesados, pero también livianos) y que impiden incluso ver las líneas del camino, la señalética y hasta a los peatones, según denuncia la ciudadanía.

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Son varios carros los que poseen luces de colores e intermitentes, de tipo led o, como más de uno las llama, “psicodélicas o estrambóticas”; y que las coloca en los retrovisores, en el parabrisas, en las llantas, en las luces traseras y delanteras..., “sin ley alguna que lo prohíba”.

“A diario, incluso en el perímetro urbano de Guayaquil, veo buses y taxis o camionetas particulares circulando como si fueran una discotecas. Nadie los para. Aquí y en la carretera, la gente hace lo que le da la gana”, se quejó el conductor Julián Castañeda, quien asegura ser testigo de esta situación en Las Orquídeas, Los Vergeles y vía a la costa.

SanciónEl artículo 392 del Código Orgánico Integral Penal permite multar con el 5 % de un sueldo básico a los dueños de autos con luces en sitios prohibidos.

Según el artículo 118 del reglamento a la Ley de Tránsito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial, en el país está prohibida la instalación y uso de luces extras no definidas dentro de las normas del Instituto Ecuatoriano de Normalización, como luces estroboscópicas, aquellas que son intermitentes. Estas sanciones no aplican para los automóviles especiales y de emergencia como las ambulancias, los bomberos y la policía, entre otros que las autoridades permitan su uso, explica la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), a través de su Departamento de Comunicación.

Aunque hay leyes para el control de estos carros, según defiende la entidad, que alerta que solo este año ha sancionado a 802 conductores a nivel nacional por esta razón, lo que a decir de la comunidad es insuficiente; en las calles se puede avistar un gran número de carros con estas luminarias.

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Respecto a Guayaquil, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) no se pronunció. Este Diario solicitó las cifras de infractores, las calles por donde más circulan y el tipo de medidas que están aplicando de forma inmediata, pero hasta el cierre de la edición nadie respondió.

No hay respeto en la vía o de las leyes, sino que también te dejan ciega. Te quitan tanto la visibilidad, que hay un momento que no ves los carros o peatones y te toca frenar a raya”, señala Ximena Contreras, ciudadana que a diario se moviliza por la vía Perimetral, una de las más concurridas y también una de las más peligrosas del Puerto Principal.

Yo no conduzco, pero cuando voy en el bus después del trabajo, y veo esas luces, me provocan otro dolor de cabeza, llego a mi casa con los colores del arcoíris en los ojos.

Camila Pincay, ciudadana

El conductor Jorge Mancilla concuerda con que estos faroles quitan la visibilidad y ponen en riesgo a los demás conductores al limitar su rango de visión.

“Supuestamente, hay leyes contra esto, pero veo a los agentes parados y sin inmutarse cuando pasan estos camiones que ya son una discoteca en cuatro ruedas, por todos los focos de colores que cargan. Dirán que sancionan, pero está claro que es de forma insuficiente”, reclama Mancilla, al coincidir con Xavier Mejía, guayaquileño, que hace énfasis en que a los buses de transporte urbano que ruedan por la ciudad y los tráileres que lo hacen en vías ya urbanizadas les hace falta colocar en sus llantas y espejos “solo lentejuelas”.

“No sé si los tráileres deben llenarse de luces, como si fueran un árbol navideño, por prevención; pero en la avenida León Febres Cordero a veces te terminan hasta saliendo del camino al no visibilizar bien la ruta con tanta iluminación. Me gustaría que me lo expliquen, a ver si tiene razón alguna que se muevan así”, añadió.

Pero desde la CTE aseguraron a este Diario que no. Que no hay razón alguna para que rueden con esas luces. “Sí multamos, lo hacemos y monitoreamos las vías”, aseguraron, contrario a lo que denuncian los conductores.

Es molesto, sea que yo esté al frente del volante o como pasajero, en especial en la noche, parece que te van a dejar ciego con la gran cantidad de luminarias que se ve en la Perimetral.

Jorge Fajardo, ciudadano

Como Jorge Rodríguez, conductor de camión pesado, que dice que “es posible usar estos faroles, pues son luces de ruta para alertar al resto”. Que nunca lo han multado, asevera, al igual que Mario Quimí, también conductor, que asegura que ha usado y seguirá usando las luces, pues le sirven como farol en las calles con postes de luz dañados.

Y hay quienes como Luis Macías, conductor de un camión, que confiesa haberlas colocado más como “un lujo y por moda”. Que el vehículo se ve bien, asegura. Que la multa tampoco le ha llegado, agrega.

En el Puerto Principal, la queja contra los buses de transporte urbano la reconoce Christian Sarmiento, dirigente de la Federación de Transportistas Urbanos de Guayas, Fetug, quien admite que hay unidades que las utilizan, pese a los llamados de atención. “Estoy de acuerdo con que haya más controles y sanciones, por supuesto, de ser el caso”.

Para ciudadanos como Marcos Hinojosa, urge que se tomen correctivos, puesto que la infracción les llega a generar hasta dolores de cabeza.

No solo es irritante, también es un peligro tener tantas distracciones al volante. Es suficiente con los conductores que les encanta prender las luces intensas en una vía transitada.

Luisa Chichonis, ciudadana

“Salgo del trabajo cansado, estresado, mi cabeza no da para más, es suficiente con el tráfico de las horas pico, pero en medio de la vía me ciega el gran número de luces que salen de los carros. Es como si estuviera en el carnaval de Río de Janeiro. Es absurdo”, se queja.

  • Es necesario más control y multas

“En Ecuador existen leyes que prohíben el uso de estas luces estroboscópicas, pero no hay una regulación adecuada”, señala Johny Cóndor, experto en tránsito y urbanismo. Explica que los controles deben ser más minuciosos, en especial durante las matriculaciones.

“Deben retirarlas o impedir la matriculación de estos móviles, así es como se debería dar los controles y eso no pasa”, explica Cóndor, quien añade que permitir estas luminarias genera contaminación visual y daño a la vista de los conductores.