Los hechos violentos protagonizaron la despedida del año viejo y la bienvenida del nuevo, en Guayaquil y Durán, pues entre la tarde del 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero fueron atacadas diez personas. De ellas, tres fallecieron.

El primer caso ocurrió a las 15:00 del viernes, cuando San Luis Vigo, de 52 años, y su hijo Luis, de 25, fueron abordados por delincuentes mientras caminaban por un sector cercano a la ciudadela Panorama, en Durán. Ellos habrían forcejeado para evitar que les robaran y fueron acuchillados.

Las víctimas, de nacionalidad peruana, fueron llevadas de urgencia a un hospital cercano, donde se comprobó que estaban fuera de peligro.

A las 19:00, Roberto Carlos Avilés Jiménez, de 28 años, fue baleado mientras conducía un Kia Sportage color rojo, por la calle 11, cerca de la intersección con la Febres Cordero, en el suroeste porteño. El hombre murió en el sitio.

Algunos testigos informaron a la policía que la víctima se había bebido con unos amigos, mientras observaba un ‘peloteo’ en las calles Asisclo Garay y Alcedo. De ese lugar habría salido tras supuestamente notar algo extraño. Sin embargo, mientras se alejaba del sector fue interceptado y atacado a balazos.

En la cooperativa Sergio Toral, del noroeste porteño, Anthony Raúl Mera Mala, de 24 años, recibió un tiro en la cabeza de parte de un sujeto que, encapuchado, ingresó a la sala de la casa de su novia, a quien visitaba a la hora de su muerte.

El criminal, de acuerdo con los datos recabados por los investigadores, llegó y escapó a pie. Ningún lugareño dio características que permitieran identificarlo.

Poco antes de la medianoche del viernes, Steven Jair Aguilar Velázquez, de 23 años, conducía un tipo de vehículo conocido como ‘gusanito’, por las calles 16 y Medardo Ángel Silva, del suroeste, cuando unos sujetos a bordo de una moto rozaron su automotor.

En consecuencia, el joven se habría bajado del vehículo para reclamar por lo acontecido y se originó una riña, en la que Aguilar terminó apuñalado. Por eso fue llevado de urgencia a un centro de salud, donde falleció en horas de la madrugada del 1 de enero.

• Las balas no pararon

En apenas dos horas, durante la madrugada del 1 de enero cinco personas fueron heridas a balazos y sobrevivieron.

A las 03:00, en el ingreso de la ciudadela Los Vergeles, en la autopista Narcisa de Jesús, un adolescente de 17 años recibió cuatro tiros. Su situación era delicada.

En el Cristo del Consuelo, a las 03:40, Luis Ibarra, de 47 años, fue baleado por un delincuente tras oponerse al robo de sus documentos y teléfono celular. La víctima estaba fuera de peligro.

Una hora después, en la cooperativa 1 de Mayo, del Guasmo, fueron víctimas de una tentativa de asesinato Jacinto Peña, de 45 años, y Juan Miño, de 29. Ellos fueron ingresados en un hospital cercano.

Finalmente, a las 05:00, en la cooperativa El Cóndor, también del Guasmo, fue atacado a tiros un adolescente de 15 años por no dejarse robar el teléfono celular. Por la mañana, la víctima iba a ser intervenida quirúrgicamente.