La ola delincuencial se ha disparado en Guayaquil y no solo atañe a la violencia criminal. Al adentrarse a los barrios ciudadanos son víctimas de robos y estos incluyen a las piezas del mobiliario urbano y hasta los de servicios básicos como son los medidores de agua potable. La problemática, como la ha venido contando Diario EXPRESO, va al alza y ya se contabilizan 2.788 dispositivos robados en lo que va del 2021.

¿Qué está haciendo el Municipio, la Policía o Interagua para frenar estos delitos? Es una de las tantas preguntas que se formulan residentes, que están cansados de despertar y ver que sus medidores han sido sustraídos, ocasionando fugas de agua que no siempre se solucionan el mismo día del hurto.

Usuarios responsabilizan de los atracos a consumidores de drogas o a los denominados ‘chamberos’. Y es por esto que cuestionan la efectividad de los controles que ejecuta el Municipio en las cachinerías, recicladoras y hasta en los mismos mercados formales donde este Diario comprobó que se comercializan camufladamente.

Ante estos cuestionamientos, EXPRESO quiso conocer si el ente investiga dónde van a parar los medidores y cuáles son los controles que se ejecutan. Xavier Narváez, director del departamento de Justicia y Vigilancia, aseguró que sí se realizan operativos en recicladoras a efectos de, según precisó, “verificar si allí se encuentran este tipo de objetos, proceder a la clausura del establecimiento y al inicio de acciones penales en caso de encontrarlos en el sitio”.

¿Pero cuántos de estos sitios han sido clausurados? ¿Cuántos medidores se han encontrado? ¿Cada qué tiempo se hacen estos controles o solo se dan cuando hay una denuncia? Fueron las repreguntas que se le envió al equipo de Comunicación municipal, pero que hasta el cierre de este artículo las respuestas no llegaron.

Lo que el funcionario señaló en la primera respuesta fue que la Policía Nacional debe investigar indicios de posibles ventas de los bienes sustraídos en Guayaquil hacia otros cantones o provincias.

Estos vacíos son los que irritan a los usuarios, quienes concuerdan que, al pasar desapercibidos los controles de la autoridad, este problema se agrava y cada vez se multiplica en diferentes sectores. Y lo peor es que no solo ocurre con medidores, sino también con cables de telefonía o Internet, ya que estos también contienen cobre.

Gustavo Rivadeneira, dirigente comunitario del distrito 3 (que comprende a las parroquias centrales de Guayaquil), ya dio a conocer esta situación al Concejo Cantonal, y espera acciones reales. Trabajo. “Se ha detectado que las recicladoras compran el cobre de estos aparatos y el que está en los cables de telefonía. Los concejales ya están al tanto y esta competencia es exclusiva de Justicia y Vigilancia”, subraya el dirigente, quien a diario recibe en su celular las denuncias de vecinos que han sido víctimas de este tipo de hurto.

Jorge Villacreses, experto en seguridad, da un comentario similar al de Rivadeneira. “¿Quiénes compran ese acero? Es en las cachinerías y es allí que la policía tiene que intervenir y el Municipio debe implementar alternativas de medidores. Si ya saben que son apetecidos para ser robados, entonces deben cambiar el tipo de medidor”, argumenta Villacreses, al recordar que en el mercado internacional, y en otras ciudades latinoamericanas, existen medidores de plástico.

Para Jacqueline Ludeña, presidenta del Colegio de Ingenieros Mecánicos del Guayas, una de las soluciones que propone es que Interagua invierta en nuevas seguridades, y cita como ejemplo la opción de medidores inteligentes con algún tipo de sensor. Y espera que el Municipio ejerza presión a Emapag. “Normalmente guarda tanto silencio que a veces nos olvidamos que aun existe”.

Sobre el tema, Ilfn Florsheim, gerenta de Comunicaciones de Interagua, precisó que estos objetos tienen cada vez menos piezas metálicas y más elementos plásticos, y justificó que en los últimos años se han puesto en marcha distintos planes de aseguramiento de medidores.

Citó, por ejemplo, la implementación de sellos, cajetines de seguridad, pernos de seguridad y precintos; pero la ciudadanía concuerda que no son tan seguros. El delincuente gana cada vez más terreno.

La funcionaria adelantó que se trabaja en un “nuevo proyecto” para la seguridad de los medidores cuyo plan piloto se iniciará en el mes de julio. EXPRESO solicitó más detalles sobre este plan, pero tampoco llegaron las respuestas.