En el cantón Daule, donde un prostíbulo ya abrió sus puertas el pasado viernes, como lo publicó EXPRESO, las medidas de seguridad están fijadas para los clientes y trabajadores del establecimiento.

La Gata es el nombre del burdel, ubicado en la ciudadela Marianita Uno, en el que ahora pueden ingresar solo 30 clientes y ya no 70 al mismo tiempo, como antes, por el aforo establecido. Y en el que estos, de igual manera, previo a su entrada deben desinfectarse manos y zapatos, portar mascarillas (de lo contrario no ingresan) y sentarse únicamente en las mesas señaladas.

En el centro, según explica su propietario, Luis Arenilla, las ocho trabajadoras sexuales portan mascarillas, gel y alcohol, y asimismo se han realizado las pruebas COVID. “Estas se las deberán hacer todas las semanas, de lo contrario no podrán laborar”, explicó, al hacer hincapié en que para confirmar que se estén cumpliendo con las medidas, en el sitio se ha instalado cámaras de seguridad. “Aquí el cliente se sienta en la mesa y se saca la mascarilla solo para tomársela. Luego debe colocársela inmediatamente”, advirtió.

Stalin Quiñónez, director del departamento de Gestión de Riesgos del Municipio, aseguró que en la cabecera cantonal funcionan dos burdeles y todos, además de los cuatro que existen en la parroquia Laurel (Daule), deberán presentar a las autoridades un protocolo de bioseguridad que garantice la protección de las personas que frecuentan estos negocios.

“Se realizarán inspecciones permanentes para corroborar que las normas se están cumpliendo”, precisó.