El cierre de varias tiendas y locales que venden legumbres, este 8 de mayo, originó indignación  entre los pobladores de las ocho cuadras que integran el barrio la Bocana de Salitre; donde, según la ordenanza municipal que entró en vigencia la semana pasada, por ser un área considerada como residencial, no se pueden desarrollar este tipo de actividades comerciales.

Allí, conforme lo establecido, no se puede más vender papas, zanahorias, veterabas, legumbres, ni ningún otro artículo de primera necesidad. Esto, pese a la crisis que el cantón y el país atraviesa a causa del coronavirus. "Ahora es cuando más necesitamos de estos negocios y solo aquí, a la alcaldía, se le ocurre quitarlos. Esto era parte de la protección que necesitamos y exigimos para no movilizarnos tan lejos de casa", coincidían los residentes.

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La semana pasada fueron desalojados ya los comerciantes informales que durante varios años laboraron en la calle y fueron reubicados en el remodelado mercado de la avenida 27 de Noviembre, donde se exhiben ahora todos los productos de legumbres y carnes.

Esta mañana las clausuras fueron ya en los negocios y establecimientos comerciales, fueron más de diez. El operativo realizado por el Municipio y la Policía Nacional comenzó alrededor de las 12:00, y como resultado hubo quejas y protestas en la vía.  Los habitantes se volcaron a las calles a impedir el cierre de los establecimiento, uno de ellos un centro comercial que por años ha permanecido en el sitio. Hubo quienes buscaron con desesperación llantas para quemarlas, pero no lo lograron.

Magaly Román, habitante de la cooperativa Virgen del Carmen, dijo no estar de acuerdo con el cierre de las tiendas y centros comerciales de su cantón.

"No queremos ir a comprar al mercado remodelado porque tememos infectarnos, ya que los  puestos están muy reducidos y por eso seguimos comprando en los comerciales y locales las legumbres y todo para el almuerzo del hogar. Ahora nos cierran todo y es más complicado desplazarnos, comprar, sentirnos protegidos. Seguros", se quejó.

Los dueños de los establecimientos, según confirmaron a EXPRESO, también deberán reubicar sus negocios. Este Diario buscó a Paola Carbo, comisaria municipal de Salitre, para hablar de las medidas adoptadas y si existe la posibilidad de extenderles el permiso a los comerciantes al menos mientras dura la emergencia, algo que solicitan los habitantes; pero aseguró que no se pronunciará al respecto. 

Para Carolina Mero, habitante de Salitre, resulta fundamental que en los barrios, sean residenciales o no, se permita que los comerciantes que venden productos de primera necesidad oferten sus productos de esta manera. "En Santa Elena y Guayaquil lo están haciendo, llenan las veredas de verduras. ¿Por qué entonces no acá? La necesidad y urgencia las tenemos todos", lamentó.