Tras una tarde de unión y esfuerzos, la comunidad de la isla Puná pudo marcar un momento mágico en su historia, cuando este 4 de septiembre de 2020 salvó a una ballena que se varó en la isla al amanecer.

El mamífero, de unos 13 metros, aún estaba vivo. Y mientras llegaba ayuda, los comuneros apresuraron logística para darle los primeros auxilios, con baldes de agua salada, organizados en grupos de veinte personas.

Hicieron, a punta de manos, una posa para mantenerla viva, explicó Vicente Quinde, presidente de la Asociación Los Punáes, que temprano llegó al lugar a ayudar con algunos moradores de la zona.

Cerca de las 16:00 de ayer, esperaban que suba la marea para poder devolver al animal al mar. Con palas, escarbando en la arena, intentaron retirar al mamífero de la playa. Y lo lograron hora y media después de eso.

Personal de la Marina llegó a poner orden al lugar, para que la gente no toque al gigante, pero no llevaron maquinaria remolcadora a la zona.

César Solano, presidente de la comuna Cauchiche, lamentó que haya sido difícil conseguir maquinaria, pese a que se solicitó ayuda a las empresas del sector. Pasadas las 18:00, la alcaldesa Cynthia Viteri comunicó en redes que en el rescate también participaron, además de los comuneros, la Dirección de Ambiente, el Ministerio de Ambiente, la marina y Nirsa.

El biólogo marino Bruno Yánez explica que el futuro de la ballena varada es relativo, pues físicamente debe estar debilitada por las horas que estuvo varada en la playa. "Sin embargo, si coge la ruta apropiada es posible que se adapte a las condiciones del medio".

Es la segunda especie de este tipo que llega a las playas de la isla este mes. Un ballenato murió días atrás.