Conducción lenta y maniobras para esquivarlos, y muchas veces no logran cumplir con ese objetivo. Es la acción frecuente de cualquier conductor que circula por alguna calle de Guayaquil debido a los baches, pero esa realidad no es ajena a la que se registra en los cantones vecinos como es el caso de Daule. Allí, los huecos, que se llenan de agua, se han convertido en un dolor de cabeza tanto para los residentes y conductores de la parroquia urbana como de los barrios de la cabecera cantonal.

Gabriel Méndez, habitante de una de las urbanizaciones que se concentran en La Aurora, afirma que cada vez que transita por el redondel de la etapa Hermes, en el vial 1, el deterioro es evidente y lamenta que no se haya puesto en marcha un plan de arreglos definitivo ya que, acota, con la llegada de los aguaceros, estos ‘cráteres’ vuelven a aparecer.

Javier López, morador aledaño, asevera que la presencia de los huecos también se extiende a lo largo de la vía. Sin embargo, argumenta que los huecos están presentes, “así sea que no llueva. El joven responsabiliza del daño de este tramo porque transitan volquetas con materiales de construcción que sirven para futuras edificaciones. “Sí, arreglan, pero el problema continúa. Con las primeras lluvias del año se dañó nuevamente la calzada”, argumenta.

Diario EXPRESO realizó un recorrido por el sector y comprobó que en otro redondel cercano, asimismo, se evidencia la misma situación, y que obliga a los conductores a reducir la velocidad para no sufrir un desperfecto mecánico.

En busca de una respuesta municipal para conocer cuándo se ejecutarán los trabajos de bacheo en la vía, este medio se contactó con Fabián Martínez, fiscalizador de Obras Públicas del Municipio de Daule, quien reconoció el problema y manifestó que los baches comenzaron a aparecer en esta zona debido a las últimas lluvias y a la salida de las volquetas, que desgastan la capa, dijo.

“Al existir este problema, la salida de volquetas, se están buscando soluciones. En estos días se tiene previsto comenzar con las reparaciones, lo más probable que sea el fin de semana, pero por el tema de las lluvias se retrasó”, puntualizó el funcionario al confirmar que se buscará otra ruta para el paso de las maquinarias.

Sin embargo, las grietas y el desgaste de las arterias también se presentan en los vecindarios de la cabecera cantonal. Es el caso de la calle 9 de Octubre, donde los baches recorren la vía y en los que se acumula el agua formando una masa café. Los moradores del sector critican el hecho de que otras arterias aledañas no tengan estos agujeros y que esta no se le haya dado la atención debida.

Lo mismo opinan quienes trabajan trasladando a diferentes habitantes desde las tricimotos, que funcionan como taxis, y que coinciden que utilizar esta calle representa un riesgo. “Hay muchas calles arregladas, pero esta parece que no entró en el listado. Todo el asfalto se está retirando, por eso se necesita que llegue la obra de manera rápida antes de que se termine de dañar toda la vía”, dijo Carlos Tapia, conductor de uno de estos vehículos y que, al igual que sus compañeros, se queja del estado de las terminaciones del puente que atraviesa el estero Banife. Allí se han formado otros huecos.

A juicio de Martínez, en los puntos de la cabecera cantonal donde los baches complican la normal circulación de los vehículos, se ejecutarán trabajos de recapeo y que, argumentó, se está haciendo un estudio. “Ya el equipo técnico de Obras Públicas está haciendo el levantamiento para hacer lo mismo: bacheo y recapeo para poder solucionar estos problemas en las vías”.

El estado de los caminos vecinales de los recintos del cantón también preocupa a la ciudadanía, ya que estos no solo conectan a recintos como Yurima, sino que, además, son de utilidad para otras comunidades. Hay lodo, estancamiento de agua y los pobladores esperan soluciones definitivas.

Ante ello, Martínez también sentencia que los trabajos, sin precisar cuándo se iniciarán, serán establecidos en al menos cuatro caminos vecinales. Entre ellos figuran Laurel y el recinto Cerritos.

Los pobladores esperan que esos arreglos se lleven a cabo de una manera rápida para evitar circular entre los baches, que comienzan ya a proliferar en otros puntos del cantón.

• Yurima clama por atención de tres kilómetros de su vía principal

Además de la parte urbana, el área rural también es otra de las afectadas. Por ejemplo, quienes habitan en el recinto Yurima coinciden en que cada vez que aparecen las lluvias, las vías se vuelven intransitables y se convierten en pozas. Esta situación complica a las familias que, a diario, salen a realizar compras a parroquias como Laurel, y a los conductores que se quedan atrapados en el lodo y huecos que se forman en los caminos.

“Los automóviles se dañan a cada rato por el mal estado de la carretera. Por mi trabajo tengo que diariamente hacerlo, pero no son las condiciones óptimas”, comentó Wellington Mora, residente de la localidad.

Al respecto, Carlos Vásquez, coordinador de Infraestructura de la Prefectura del Guayas, afirma que sí están contemplados los trabajos y que, actualmente, se están ejecutando las tareas zonas como la entrada de Laurel.

“Al momento no hay asfalto, la refinería de Esmeraldas está paralizada. Esperamos que culminen los trabajos a finales de este mes y en este año tenemos previsto un desvío de Yurima y llega hasta Jigual. Está previsto sacarlo vía crédito”, señaló el funcionario. ERS