parque lago
Escena. Personal de la Policía Nacional se encontraba custodiando el sitio ayer, alrededor de las 16:00.Miguel Canales Leon

Ciclista: “Para que no nos maten, nos toca pedalear solo en grupos”

El pasado 21 de abril un hombre fue asesinado en parque El Lago.  La comunidad lamenta que no haya un sitio de paz en la ciudad. Reclaman acciones

La muerte de un ciclista en el parque El Lago no ha hecho más que indignar a todos los guayaquileños que no saben ya qué hacer o a quién rogar para tener seguridad.

Según el parte policial al que tuvo acceso este Diario, Alexander Villarreal Durán falleció el pasado 21 de abril alrededor de las 13:30 en el lugar, a causa de los disparos que recibió y afectaron su tórax y el hombro derecho. Ayer, carros de la Policía entraban al lugar, uno de los contados puntos turísticos que tiene Guayaquil. Y entre las familias que entraban y salían y que conocían del hecho, que ayer generó decenas de comentarios en las vías públicas y la red, había miedo.

Según los primeros reportes policiales, la víctima fue encontrada tendida en el piso. El asesinado se movilizaba en una bicicleta de color azul. Según testigos, el fallecido fue encontrado con su billetera, celular y llaves del carro.

El caso de la muerte del ciclista nos ha sorprendido a toda la comunidad ciclística en Guayaquil. Esta cuestión se está agravando en la ciudad donde no para el robo

Jimmy Martillo, ciclista

Carlos Mendoza, quien habita en la ciudadela Los Ángeles, fue uno de los que tenía pensado pasar la tarde en el sitio junto a sus hijos, que están de vacaciones. “¿Cómo hacerlo?, ¿cómo respirar y estar tranquilo si no hay nadie que te cuide?, ¿por qué las autoridades, su falta de control y abandono en el tema nos están obligando a no querer más que salir de este país?, ¿qué está pasando con Guayaquil? Por favor, reaccionen”, sentenció Mendoza; quien se prometió no volver más a ese sitio turístico.

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Maite España, representante de parque El Lago, aseguró que el suceso, a diferencia de lo que dice la comunidad de ciclistas y el mismo informe policial, no se registró en el interior del mismo, sino kilómetros más adelante por lo que el fallecimiento no es competencia de Inmobiliar, empresa administradora del parque.

Johan Poveda, trabajador del parque, relata que hubo tensión entre los trabajadores y visitantes. “Se escucharon los disparos y no sabíamos de dónde venían, posteriormente llegaron los policías e hicieron el levantamiento del cadáver”, contó.

Además añadió que la persona fallecida no había estado en el área. “El parque es pequeño, pero luego hay un sendero que recorre más de 5 kilómetros, hay muchas maneras de llegar ahí, no solo por el parque. El ahora fallecido tenía llaves de un carro y aquí no había ningún carro”, explicó.

Pero este caso no solo ha encendido las alarmas de los residentes aledaños, sino de toda la comunidad ciclística de Guayaquil que, así como el joven, utilizan esta zona para recrearse y dar rienda suelta a su pasión: pedalear. Aunque muchos de los consultados concuerdan que otros robos ya se han dado en el área, y que ahora se han multiplicado.

Así lo confirma Daniel García, miembro del grupo Corona Bike, quien le ha tocado, junto a sus compañeros, pedalear por la carretera, pues en la ciclovía de la zona no es la ideal. No solo obedece a los desniveles, grietas o desperdicios que se acumulan, sino también porque entre los matorrales se camuflan los delincuentes.

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Los biciusuarios, que huyen del caótico tráfico de la ciudad, acá se enfrentan al hampa. “Se tiene que reforzar la seguridad... Para que no nos roben o nos maten toca hacer eso, ir en la carretera o únicamente en grupos, ya solos, pedalear solos resulta imposible”, comenta el ciclista, al admitir que tomarán nuevas medidas de seguridad en los próximos recorridos.

Jimmy Martillo, líder del club Ciclistas de la Calle, también adoptará cambios para salvaguardar a sus compañeros. Se admiró, pues aún recuerda los días cuando se paseaba por este sector incluso a territorios más alejados como Limoncito o hasta Casas Viejas, y que se daban hasta el filo de la medianoche.

Hace algunas semanas he escuchado robos hacia los ciclistas en esa zona y a lo largo de la carretera. Los ladrones aprovechan los fines de semana, donde no va mucha gente

Eric Anchundia, ciudadano

El conocido ciclista no solo hace un llamado a la policía asignada a este sitio para que ejecute más rondas policiales, y que se cambien las estrategias con el fin de volver a pedalear sin miedos. “Es una desgracia lo que atravesamos. Es tierra de nadie y para nadie”, concluye Martillo, al recordar que no bajarán los brazos en los tradicionales recorridos, pues no permitirá que la delincuencia les agote las ganas de pedalear.