Decenas de vehículos de transporte pesados circularon ayer por la avenida 25 de Julio desde el Puerto hasta la perimetral, en el sector de Trinipuerto, en la avenida Los Ángeles, sur de la ciudad; para exigir seguridad, que bajen el precio del diésel, que mejoren la calidad del combustible, entre otros temas.

“Casi todos los días hay un asalto a los choferes de los transportes pesados, la situación se ha vuelto difícil”, dijo a EXPRESO Santiago Garzón, presidente de la Corporación de Operadoras Transporte Pesado Terrestre.

Garzón explicó que en la avenida Los Ángeles los delincuentes asaltan a los choferes cuando están en la fila para entrar al puerto. “Se nos llevan celulares, dinero y hasta las llantas de emergencia”, dijo el conductor, quien participó también de la movilización de protesta.

En las carreteras, añadió, el personal también se expone a los asaltos, sobre todo cerca a la entrada de Quevedo. “En este punto es común que se llevan la mercadería y hasta el transporte”, agregó Garzón.

Además de esto piden que el precio del galón del diésel ya no suba. Hace tres meses el costo era de 1,03 dólares y ahora es de 1,24 dólares. Por ejemplo, antes para viajar de Guayaquil a Quito gastaban 110 dólares en combustible y ahora 145 dólares.

La situación se complica porque por ese mismo viaje antes cobraban entre 650 a 700 dólares, y ahora no se puede cobrar más de 500 dólares.

La protesta, que no generó bloqueos en las calles, sí causó embotellamientos en algunas zonas.

El sector también se quejó de los actos de venta atada que, advirtieron, se están dando por parte de puertos y navieras. “Reclamamos sobre la operación de las navieras y puertos marítimos que están poniendo condiciones a sus clientes, para que usen los transportes que ellos les ponen”, manifestó Diana Fernández, vicepresidenta de transportistas pesados.

La semana pasada, por las mismas razones, el gremio hizo también una protesta y esa ocasión entregaron un manifiesto al gobernador del Guayas, Luis Chonillo.

Por las acciones tomadas, ayer fueron citados para conversar con las autoridades del Ministerio de Transporte y de la Superintendencia de Control de Poder de Mercado.

La reunión estaba prevista a partir de las 16:00, al cierre de esta edición recién empezaba la cita entre los transportistas y las autoridades.

Otro punto que también piden que se analice es la vida útil del transporte, antes era solo hasta 32 años. Ahora si tiene 40 años, pero pasa la revisión técnica pueden seguir en el mercado, lo que a juicio de los conductores es un riesgo.

“Lo mejor es que el transporte sirva solo 32 años y al cumplir ese tiempo ingrese a un plan de chatarrización. El problema es que pueden existir más carros viejos que nuevos y eso afecta hasta el medio ambiente”, resaltó Garzón.

La protesta se realizó en las primeras horas de ayer, sin generar enfrentamientos, aunque sí generó embotellamiento en algunos tramos de la vía. La medida también se realizó en la provincia de Santa Elena, como se ve en un vídeo subido a Twitter.