Justo Pionce no imaginó que el estruendo que escuchó durante la madrugada de este 24 de septiembre de 2020 provenía de su negocio ubicado a cien metros de su inmueble, en las calles Aguirre y Lorenzo de Garaycoa, centro de Guayaquil.

A la mañana siguiente el guardia del sector tocó la puerta de su casa para avisarle que habían estruchado su óptica. El delito quedó registrado en las cámaras de seguridad del lugar.

En las imágenes se observa cuando dos hombres se acercan en actitud sospechosa a la puerta enrollable del pasaje comercial donde se encuentra el negocio de Pionce.

“Son chamberos del sector. Dañaron los candados y rompieron la puerta de vidrio de mi negocio, ese es el ruido que escuché, pero no imaginé que me estaban robando”, aseguró el perjudicado.

A Pionce se le sustrajeron un lensómetro (instrumento óptico) valorado en más de dos mil dólares, un televisor, una laptop y dinero en efectivo. El montó del robo supera los 10.000 dólares aseguró el afectado.

Para habitantes del sector, como Elio Vásconez, es necesario que las autoridades intervengan y frenen las malas acciones que cometen los consumidores y chamberos en la ciudad. "Cada vez más son ellos los que roban, delinquen y generan temor. Hay que incrementar las sanciones, controlarlos. Evitar que en la calle haya gente viviendo o deambulando. Tomará tiempo, sí, pero se debe empezar ya. La delincuencia nos está llevando en peso", lamentó.