Aunque para el reportaje publicado el pasado domingo, el Municipio no precisó a EXPRESO qué medidas toman para evitar que las calles de Guayaquil sean usadas como baños públicos, y si han multado a quienes ejecutan la acción; el recién martes, a través de un operativo, el Cabildo intervino los espacios.

Personal de la entidad, sumado al de Urvaseo, recorrió las calles Santa Elena y Calicuchima, Pedro Carbo y Aguirre, Julián Coronel y Rumichaca, la Casona Universitaria y la avenida Miguel H. Alcívar, todas citadas en el reportaje publicado; y desalojó a quienes ocupaban aceras y soportales que olían mal y habían convertido en urinarios.

Estos espacios, que permanecían manchados y pegajosos, a decir del director de Justicia y Vigilancia, Xavier Narváez, serán monitoreados a través de cámaras de videovigilancia y operativos; a fin de evitar que la situación se repita y el problema se agudice.

A decir de Narváez, de replicarse la infracción, el ciudadano será multado, aunque no precisó de qué manera.

Para los ciudadanos, si bien estos operativos logran al menos mantener limpio el ornato de la ciudad, no serán la solución a una problemática que agobia a los peatones desde hace al menos cinco años.

Una solución real, a decir del residente de la calle Panamá, Josué Domínguez, sería que las autoridades construyen o acondicionen baños públicos, modernos o hasta con plantas, que den la impresión de que son cualquier cosa, hasta una obra de arte y no un baño. “Así pasa en Europa y ha dado buenos resultados. Sería bueno que lo hagan, teniendo en cuenta que ni siquiera en el centro o los sitios turísticos del Puerto Principal hay suficientes espacios de este tipo. Aquí hay carencias y la autoridad lo sabe”, señaló.

EXPRESO volvió a consultar sobre la posibilidad de que se construyan las estructuras, pero hasta el cierre de la edición, tampoco volvió a responder.