Tarragona
La Federación de Urbanizaciones de vía a la costa apoya cambiar de lugar el centro de acopio, como proponen los habitantes de Tarragona.Christian Vinueza

Basura, la nueva vecina de los habitantes de Tarragona

Les preocupa la construcción de un centro de acopio de desechos sólidos y pedirán una acción de protección. Juzgan al Municipio por emitir permisos.

Cuando Eduardo Jácome compró su vivienda en la etapa Tarragona de la urbanización Terranostra, situada en el kilómetro 13,5 de la vía a la costa, nunca imaginó que toda la basura de su urbanización sería su vecina.

Se trata de un centro de acopio de desechos sólidos, que actualmente se construye junto a la casa de Jácome (en el marcolote ‘S’), al pie del carril de servicio de Terranostra. Su reclamo, secundado por varios vecinos, brota a partir del temor de vivir entre roedores, moscas y malos olores.

“El basurero está pegado a mi casa, ni siquiera tiene retiro. Allí se almacenarán los desechos de 1.432 familias, eso significa 16 toneladas de desechos cada tres días. Me mintieron. Cuando yo compré mi vivienda en 2012, en mis escrituras constaba la construcción de una subestación eléctrica, no de un basurero”, sentencia el propietario.

Ricardo Yépez, vecino de Jácome, reclama la ausencia de socialización de la obra y critica que no se haya transparentado con los compradores la construcción de esta estación de transferencia de basura. También recuerda, en ese terreno pasa un acueducto de agua potable. “En vía a la costa, las rupturas de acueductos son constantes. ¿Qué pasará si se rompe justamente en esa zona?, ¿Cómo lo arreglarán con toda esa basura encima? Tememos de los malos olores, pestes, plagas...”, señala.

Su preocupación la apoya con documentación municipal y planos, donde se observa el paso de la infraestructura de conducción de agua potable.

Sin embargo, eso no es lo único que le preocupa. Un vecino, quien prefirió la reserva de su nombre, muestra archivos de 2013, donde la constructora Vigerano de la empresa Etinar, solicita la aprobación del Estudio de desechos Sólidos en el macrolote ‘S’. Aunque para esa fecha, aún no se había concedido la permuta (ceder un espacio por otro) para mudar la construcción de la subestación eléctrica. Esa aprobación, según los documentos municipales, se dio en 2015. En tanto, la construcción del centro de acopio de desechos sólidos fue aprobado en el 2016.

Actualmente, las siete etapas que componen Terranostra contratan un sistema de recolección privado, por el que cada subconjunto paga $ 500. Adicionalmente, costean la tasa de recolección de basura en la factura de agua potable, aunque no reciben el servicio público. “Que feo, que afuera de nuestros hogares nos vengan a molestar con un centro de acopio. Nosotros siempre hemos pagado doble por el servicio y nunca nos hemos quejado. Ahora nos obligan a vivir junto a la basura. No es justo”, se queja Mercedes Miranda, residente de la etapa Ibiza.

Queremos que se aclare la ordenanza, que haya un estudio técnico para que no se afecte a los residentes. ¿Quién va a querer comprar una casa cerca a un basurero? Nadie.

Eduardo Fuentes, habitante de la etapa Tarragona, en Terranostra.

Por su parte, José Macchiavello, presidente de Etinar, asegura a este Diario que la construcción del centro de acopio ha sido aprobada de acuerdo a las normas ambientales del Municipio de Guayaquil. “Es hermético. Está diseñado para evitar la proliferación de ratas. Tiene buena, ventilación, buen acceso. Los vecinos solo hacen elucubraciones de que eso los afectará”, sostiene.

Sin embargo, Eduardo Fuentes, habitante de Tarragona, insiste en que había otras opciones. “Por ejemplo, al fondo de Terranostra. Allá no molestan a nadie”, recuerda. Al respecto, Macchiavello aclara que esa ubicación no era factible. “Se contamina más si un camión entra todos los días pasando por toda la urbanización”, explica.

Según Macchiavello, la estación de transferencia de desechos se inaugurará dentro de “dos o tres meses”. En cuanto al método de recolección, añade, los residentes tendrán que seguir pagando por el servicio privado de retirada de sus desechos desde sus hogares hasta la nueva infraestructura.

El reclamo de los habitantes, según el líder de la constructora, “debería ser directamente al Municipio”, puesto que ellos otorgaron los permisos. EXPRESO contactó a Gustavo Zúñiga, director municipal de Aseo Cantonal, pero dijo que estaba en reunión.

En tanto, residentes de Tarragona, con apoyo de la Federación de Urbanizaciones de vía a la costa, afirman que de no cambiarse la ubicación del centro de acopio, recurrirán a una medida de protección.

Las decisiones del Municipio son inadmisibles. Cuando se construyeron estas ciudadelas no se pensó en dotarlas de servicios. Ahora quieren corregir un error con otro error.

Eduardo Jácome, habitante de la etapa Tarragona, en Terranostra.