Alejandro Ribadeneira
Alejandro Ribadeneira, titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.Cortesía

Alejandro Ribadeneira: “Las universidades deben usar los fondos con transparencia”

El titular de la Senescyt habló sobre el presupuesto, la entrega de becas y el análisis para el uso eficiente y equitativo de los recursos

Es ingeniero eléctrico por la Escuela Politécnica Nacional; cuenta con una maestría en Matrimonio y Familia y otra en Energías Renovables y Sostenibilidad Energética. Ha desempeñado cargos académicos en varias universidades.

EL CONTEXTO

La semana pasada surgió una polémica por la reducción de recursos a ocho universidades privadas que reciben fondos del Estado, cuyos directivos amenazaron con dejar de entregar becas. La Senescyt salió al paso para recordarles las obligaciones que tienen, mientras que estas recularon en lo dicho.

El titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), habló con EXPRESO sobre la redistribución del presupuesto a las universidades del país, la entrega de becas a los estudiantes y el análisis que se realiza para conocer si los recursos entregados a los centros de estudios públicos y privados están siendo manejados con transparencia.

¿A cuánto asciende el monto no entregado a las ocho universidades privadas?

Se les restó un monto de 12’000.000 de dólares, que fueron redistribuidos a las universidades públicas para fortalecer a la educación superior estatal, que es gratuita, que también entrega becas y recibe a los estudiantes que menos recursos económicos tienen. El objetivo es que estas entreguen más cupos. No hemos reducido el presupuesto general de las universidades, más bien se lo ha incrementado a 1.106’000.000 de dólares, frente a los 1.077’000.000 de dólares que tuvo el año pasado.

Las universidades particulares han asegurado que darán las becas con sus propios recursos, pero sus autoridades reiteran que esa reducción de fondos ha afectado la democratización de la educación superior. ¿Usted qué cree?

Las universidades privadas han recibido 39 millones de dólares, con los que sí pueden seguir entregando becas. A parte de eso, tienen que becar a un 10 % de sus alumnos regulares, según la Ley de Educación Superior vigente. Estas deben hacer un uso eficiente y equitativo de esos recursos.

¿No lo han estado haciendo?

Algunas universidades privadas, no digo todas, no entregan el 100 % del costo de becas a los estudiantes que lo necesitan. Unas dan ayudas económicas del 75 %, otras del 50 % o el 25 %, y la diferencia la cancela el alumno. Ese dinero ingresa a sus arcas y con ello tienen más recursos que deben ser utilizados de forma legal. En cambio, otras becan sin tomar en cuenta los requisitos requeridos.

Hemos realizado un gran esfuerzo para elevar el presupuesto. Ahora lo que cabe es su manejo eficiente.

¿Cómo se controla que los recursos entregados a las universidades públicas y privadas sean manejados de forma correcta?

Cada año las universidades tienen la obligación de entregar un informe financiero al Consejo de Educación Superior y a la Senescyt. Nosotros hemos decidido analizar a profundidad cuál es el uso de esos dineros, con la misma información que proporcionan los centros de estudios. No queremos entrar a un proceso de acoso o fiscalización, pero sí necesitamos saber cómo y a quiénes se están entregando esas becas, con el fin de que se haga un uso correcto de esos dineros. El manejo de los recursos públicos debe ser revisado por la Contraloría General.

¿Cuándo tendrán los resultados de esos análisis?

En el transcurso de esta semana terminaremos esos estudios para establecer si existe alguna observación por parte de la Senescyt.

El alza en el número de cupos por parte de las universidades depende, en cierta parte, de los recursos que ellas reciben. ¿Cómo mejorar el presupuesto para incrementar las plazas y que así más estudiantes puedan ingresar a sus aulas?

Estamos haciendo un esfuerzo grande para eso. Ya tenemos los primeros resultados; solo en tres meses hemos logrado conseguir 30 % más de cupos de los que teníamos anteriormente. Hay 118.000 plazas frente a las 90.000 que se venían registrando en semestres anteriores.

Estamos evaluando el manejo de fondo en las universidades para poder cumplir con el reparto justo de las becas.

Pero eso no es suficiente para cubrir la demanda de cupos que existe.

Cerca de 225.000 estudiantes se inscribieron para rendir la prueba Transformar, pero 200.000 se presentaron. Ante las 118.000 plazas existentes, se puede decir que 82.000 se quedarían fuera de la universidad, pero estamos en diálogo con todo el sistema de educación superior para reducir ese número. Lo vamos a lograr con un mejor presupuesto, que estoy seguro habrá el próximo año.

¿Qué hacer para aumentar el interés hacia otras carreras, de manera que los aspirantes no se inclinen por las de siempre?

Estamos apuntando a la educación técnica y tecnológica, para junto con el sector privado insertar a la juventud en el campo laboral. Tenemos que animar a los chicos a que no tengan miedo de ser técnicos y tecnólogos, porque eso es lo que necesita el país.

¿Qué garantiza la reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior que está en la Asamblea?

Garantiza autonomía para que las universidades ofrezcan nuevas carreras de calidad sin pasar por trámites engorrosos, lo que no significa que puedan hacer lo que les da la gana. A mayor oferta académica, mayor cantidad de cupos.