Cumplidas sus seis primeras presentaciones oficiales de la temporada (cuatro por la LigaPro y dos de la Copa Sudamericana), Ismael Rescalvo sigue buscando el once ideal de Emelec. El 8 de marzo, ante Aucas, el entrenador español volvió a realizar algunas variantes, pero esta vez las cosas le salieron bien y su equipo logró la primera victoria (4-0) en el torneo doméstico.

Ahora el cambio se dio en la defensa. Jackson Rodríguez apareció como lateral izquierdo, ocupando el puesto por donde antes estuvieron Bryan Carabalí y José Hernández. No estuvo mal, clausuró la banda y apoyó a la ofensiva, aunque sin tanta frecuencia como Romario Caicedo lo hizo por la otra orilla, en buenas combinaciones con Robert Burbano.

Ofensivamente el Bombillo lució más preciso. Sebastián Rodríguez le dio una salida clara, apoyado en el talento de José Francisco Cevallos, el despliegue físico de Bryan Cabezas y la contundencia de Roberto Ordóñez.

Las triangulaciones que Cevallos, Caicedo y Burbano armaron por la derecha causaron estragos en la visita. Cuando el primero fue sustituido Emelec perdió fuerza adelante.

Pero no todo fue color de rosa para el Bombillo. Los desajustes defensivos fueron notarios y, de no mediar la falta de precisión de Édson Montaño y Alexander Alvarado, el asunto se pudo haber complicado.

El colombiano Alexis Zapata, el uruguayo Facundo Barceló y el venezolano Edwuin Pernía fueron a la banca de suplentes, algo que ha sido tendencia en la tienda millonaria en los últimos años, el poco aporte de su cuota foránea.

Más allá de eso, el tempranero gol Cevallos, por la vía del penalti, facilitó las cosas. Era la llave que se necesitaba para abrir el cerrojo auquista.