Luego de la derrota en el debut de la Fase 2 contra Delfín, Barcelona llegó al estadio Bellavista de Ambato con la necesidad de ganar, pero en frente tendría a otro con obligaciones pendientes, un Técnico Universitario que es último en la tabla acumulada y quiere alejarse del descenso. El equipo de Célico se quedó con el triunfo por 0-2.

Barcelona se jugaba un duelo en el que no solo estaban los tres puntos, sino la reconciliación con la victoria y no permitir ceder terreno en una etapa que promete estar intensa. Y por ello, los dirigidos por Jorge Célico arrancaron con la máquina al máximo y tan solo a los 28 segundos, ya avisarían con una jugada que sería mal anulada.

Jhon Jairo Cifuente filtró un pase a Jonathan Perlaza, quien partió en línea y falló en el mano a mano que tuvo con el portero Walter Chávez. El juez de línea alzaría la banderola por fuera de juego, pero en la repetición fue evidente que, si era gol, debía subir al marcador.

El estadio Bellavista tuvo un invitado para ayudar a los árbitros, el VAR, y fue protagonista en el primer tiempo. 

Inicialmente, en el gol de los toreros. Una gran jugada entre Emmanuel Martínez y Leonel Quiñónez, por la banda zurda, en la que combinaron paredes y ascendieron al último cuarto de cancha. Y allí, Quiñónez sacó un centro rasante al corazón del área, donde encontró a un Fidel Martínez anticipándose a los centrales y enviando la pelota al fondo de la red.

En primera instancia, el gol se celebró, pero el juez central tendría el llamado del VAR. Si bien Martínez estaba por delante de los jugadores del Rodillo Rojo, Quiñónez estaba en línea del goleador torero cuando lo asiste, por lo que la conquista sí sumaría al marcador.

Un gol que trajo calma y un respiro de alivio para Jorge Célico, quien había pedido disculpas en la semana por los malos resultados.

Pero una irresponsabilidad de Darío Aimar cambiaría el trámite del encuentro. En salida desde la primera línea, con la pelota en su posesión, Aimar suelta un manotazo contra Byron Palacios y el VAR actuaría. El árbitro amonestó, de entrada, pero tuvo que rectificar y le enseñó la cartulina roja. Comenzaba otro partido.

Todo ese control y peligro que había desplegado Barcelona en los primeros 15 minutos, empezó a diluirse con la superioridad numérica. Leonel Quiñónez se movió de la banda a la zaga y el Rodillo se hacía fuerte con muchos centros, que no generaron mayor peligro.

El primer tiempo se fue con un Técnico Universitario más acomodado en el área de Barcelona y Javier Burrai se vestiría de héroe en el término. Zapatazo de Estupiñán y volada descomunal del portero amarillo. Se iban 0-1 a los camerinos.

El segundo tiempo inició con un equipo local mucho más atrevido y un visitante, mermado por el jugador menos, que se iba a llenar de resistencia. Y así como se fue en la primera parte, siendo figura, Burrai volvería a salvar a Barcelona con intervenciones clave.

La más clara del conjunto ambateño llegó cuando, precisamente Burrai, salió a achicar la posibilidad de tiro a Villalba, el rebote le quedó a Estupiñán, quien definió impreciso mientras que el arco había sido abandonado por el portero amarillo.

Cuando ya el partido estaba en minutos de agonía, el VAR volvería a aparecer. Un contragolpe en el que Adonis Preciado fue el protagonista y cerraría con un tiro muy cercano, la terna llamaría al juez central y este marcaría penal. Del drama que pasaba Barcelona en área propia, encontraría una chance que no dejaría ir. Michael Carcelén lo cambió por gol.

Técnico no pudo contra un Barcelona que se recupera anímicamente y que no pierde, ante este rival, en este estadio, desde el 2012.