Aunque la pandemia cambió su estilo de vida, Édgar Lastre considera que el 2020 fue su mejor año. El joven lateral y extremo por derecha aún recuerda el día que recibió la llamada de Bolívar Vera, director de las divisiones formativas de Emelec, quien fue el encargado de comunicarle su ascenso al primer equipo, por pedido del director técnico Ismael Rescalvo.

“Fue el momento que esperaba, el sueño que cada jugador tiene cuando comienza en esto. Admito que la noche previa al partido estaba nervioso, pero convencido de que haría las cosas bien”, afirma Lastre.

Al igual que él, otros cinco jóvenes fueron promovidos desde los 'semilleros millonarios' y afrontan 2021 con la esperanza de ganarse un puesto en la serie grande.

Además de Lastre, Edu Pineda (volante), Silvano Estacio (delantero) y Jackson Rodríguez (lateral izquierdo) ya suman minutos bajo el mando del español Rescalvo. David Montiel (zaguero central) y Jefferson Vernaza (centrodelantero) esperan que su oportunidad les llegue pronto.

“Pese a ser un año atípico, en 2020 sacamos nuevos valores. Emelec trabaja desde las divisiones sub-11 hasta la reserva, con una gran cantidad de futbolistas que pasaron un proceso previo y en el que sobresalieron por la técnica, fondo físico y fortaleza mental, aspectos que los ayudará a triunfar en la alta competencia. Solo para citarle algunos casos, puedo señalar la forma en la que Rodríguez ha ganado espacio en el primer equipo, o las cualidades de Pineda, un jugador con muchos recursos técnicos que estuvo en la gira por Argentina con la selección de Ecuador sub-20, es inteligente, entiende bien el juego y es un líder positivo en la cancha”, afirma Vera.

Los entrenadores de todas las divisiones trabajan en directa coordinación con Rescalvo y su asistente Carlos Beguer. La idea es mantener el mismo estilo en cada una de las etapas, para cuando a los jugadores les toque debutar en Primera no sientan un cambio brusco en el estilo de trabajo.

“Todos los deportistas tienen contrato. José Pelegi está al mando de las formativas y los acuerdos contractuales se hacen por tres o cuatro años, para proteger el patrimonio de la institución”, añade Vera, quien destaca el acuerdo alcanzado con Rocafuerte, lo que permitió contar con una infraestructura adecuada para su labor.

Fue justamente allí donde se encontraron algunos valores.

“Cuando yo tenía 11 años jugué un amistoso ante Emelec (militaba en Rocafuerte), el entrenador me vio y decidió incorporarme al club”, indica Silvano Estacio, hijo del polifuncional jugador que tuvo una destacada actuación con la camiseta color cielo.

En los últimos años los azules se consolidaron como el equipo más exportador del país, con muchos jugadores salidos de sus canteras, como: Fernando Gaibor, Ángel Mena, Eduardo Morante, Cristhian Noboa entre otros.

Las exigencias que solo tienen los grandes obliga a Emelec a reinventarse para dejar atrás un 2020 que no fue bueno en el aspecto deportivo y que incluso lo dejó fuera de Copa Libertadores por segunda temporada consecutiva, pero tras bastidores un grupo de profesionales encabezados por Vera trabaja para retomar esa característica de club formador.