En las grandes vueltas del ciclismo, la tercera semana es la que define a los ganadores y Richard Carapaz quiere llegar como líder del Giro de Italia para la recta final de la competencia.

Para esto desde el sábado 21 de mayo tiene dos retos en condiciones que le son favorables: fuertes ascensos en las montañas italianas. El tricolor apunta a descontar los 12 segundos de ventaja que tiene el español Juan Pedro López (Trek Segafredo).

“Pasamos unos días de calor que no esperábamos, en etapas que son de transición, apuntando al fin de semana que será decisivo”, analizó Carapaz, quien busca su segunda corona del Giro tras la obtenida en 2019.

Richie resaltó que las dos jornadas que vienen de la Corsa Rosa “serán muy buenas, de bastante tensión y desgaste” en su objetivo de vestir la maglia rosa, pero fue claro al afirmar que “todo tiene su tiempo, hay que esperar”.

En 2019, el ciclista ecuatoriano se puso por primera vez la maglia rosa en la etapa 14, precisamente la que se cumplirá el sábado 21 con cinco premios de montaña, de los cuales cuatro son de segunda categoría en Collina di Superga y al Colle Maddalena.

El domingo 22, en cambio, el desafío será mayor, con dos ascensos sobre los 1.400 metros de altura en Pila y Verrogne, y la subida final a Cogne. Tras estos días de máximo esfuerzo, el tricolor espera ya portar el maillot rosa como líder de la competencia, previo a la última jornada de descanso.

La exigencia máxima del Giro va dejando en el camino a ciclistas por caídas o problemas de salud. Entre ellos, dos de los apuntados a dar pelea a Carapaz no siguen en la competencia.

Primero fue el colombiano Miguel Ángel López (Astana Qazaqstan), en la etapa cuatro, y ayer el francés Romain Bardet (Team DSM), que se ubicaba cuarto en la general, abandonó la prueba tras no sentirse bien en el único ascenso del recorrido de 150 kilómetros.

El británico Simon Yates (BikeExchange), otro de los candidatos, se mantiene en la competencia, pero sin opción alguna al título.

El portugués Joao Almeida (UAE Team Emirates) y el español Mikel Landa (Bahrain Victorius) se presentan como las principales amenazas de la Locomotora del Carchi.

Carapaz cuenta con el apoyo de un fuerte Ineos Grenadiers y también el aliento de la colonia ecuatoriana en Italia, de la que destacó que “es precioso llegar y ver todo lleno de banderas de Ecuador”.

Además, para la última y definitiva semana tendrá el respaldo de familiares y amigos que viajaron a territorio italiano y que anhelan con ver nuevamente a Richie celebrando en el podio de Verona, como hace tres años, con el trofeo Senza Fine en sus manos.