En el ambiente se sentía. En las calles, con el emelecista caminando apurado, tratando de ingresar rápido al estadio antes de la hora del inicia,  la ansiedad se desbordaba y es que Emelec se jugaba el semestre en estos 90 minutos. 

Los jugadores azules fueron aplaudidos cuando dejaron el camerino para pisar el césped del Capwell y también cuando volvieron al vestuario.  Si bien el estadio no estaba totalmente lleno, cuando el once de gala eléctrico modelo hasta el círculo central, explotó la Caldera. Era una final para Emelec y su gente.

El silbato de Carlos Ortega marcaba el inicio del partido y el drama comenzaba. Si bien Emelec era el candidato, el Petrolero arrancaría el encuentro con un par de intervenciones para aumentar el suspenso del desarrollo. La primera, un error en salida de Joao Rojas que dejó solo a Robin Ramírez, quien remato mano a mano ante Ortiz y la mandó afuera.

Luego de esa, un intento de gol olímpico del 10 boliviano, Jhasmany Campos, quien intento sorprender a un atento Ortiz.

Eran dos llamados de atención y Emelec, si no quería sufrir la clasificación, debía empezar a marcar diferencias desde la posesión y condiciones del juego. Y lo lograría.

Utilizando en mayor proporción la banda zurda con Joao Rojas, los azules empezaron a crecer en ataque y sería él mismo el que llevaría el balón que terminaría dándole el primer respiro a los más de 12 mil hinchas en el Capwell.

Gracia y Rojas inquietaban por la zurda, cuando el 10 logra descolgarse de las marcas, lanza un centro que no logra controlar Zapata y termina en los pies de Cabeza, que con una pinchada, hace un pequeño globo con el que vence al portero. Era, hasta ese momento, el gol que necesitaban para clasificar a los octavos de final de Copa Libertadores. Se celebraba.

Luego el trámite se tornó más de mediocampo y con pocas aproximaciones a los arcos. Petrolero tomaba como principal recurso los remates de media distancia, unos con más incidencia que otros. Pero en solo 3 minutos, Emelec iba a sentenciar la historia a su favor. 

El 2-0 llegaría a los 35 minutos con un Cabeza en estado de Gracias. Rojas que sacó un remate a media altura, el portero deja viva la pelota y el 9 la mandó al fondo de la red. Era una fiesta absoluta en la Caldera y se empezaba a saborear la clasificación. 

Pero el festejo iba a incrementar a los 38 con un golazo del capitán azul, Sebastián Rodríguez. Combinación por la derecha entre Zapata y Cevallos, quien observa a Rodríguez en al frontal al arco, pero a unos Las caras de los Rescalvo transmitían liviandad. El peso de la etapa perdida entre semana, quedaba a un lado.

El primer tiempo no se iría 3-0. Habría uno más para la parcialidad azul. Centro de Gracia, Guevara cabecea y Cevallos llega a cerrar la pinza. 4-0, goleada y clasificación. El "Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Emelec" se tomaba el Capwell.

Con el marcador sentenciado, parecía que los 45 minutos finales iban a sobrar, pero Emelec tenía más en el carrete.

53 minutos del compromiso. Zapata que deambuló bien por el sector derecha, lanza un centro rasante que llegó preciso a los pies de Rojas, que solo tuvo que empujarla a la red. 5-0, manito azul y Emelec se quedaba en la Libertadores.

Emelec no se conformaría con la goleada y querían seguir aumentando la goleada. Ya la superioridad de Emelec era clara y contundente. Quiroga incrementaría el marcador de cabeza y Rodríguez ponía un 7-0 soñado. Petrolero deseaba que la historia termina y locales vivían una noche festiva para cerrar el semestre.

Los millonarios se quedaron a las puertas de pelear por la LigaPro y su forma de rescatar la confianza de su gente con el grupo, era una clasificación copera y lo lograron. Además del premio económico, el Bombillo vuelve a unos octavos de final Copa, no estaba ahí desde el 2019, cuando quedó fuera contra Flamengo por penales.