Pedro Pablo ‘Perico’ León fue un futbolista peruano querido por los suyos y hasta por sus rivales. Un delantero que se caracterizó por su espigada estatura, fornida musculatura y dueño de una potencia inigualable en el juego aéreo. Aunque es nacido en el país vecino, Perico pisó Ecuador y no pasó desapercibido, no solo logró compartir delantera con el mítico Alberto Spencer en Barcelona, además se dio el placer de levantar el título de 1971 con los amarillos.

Pero su adiós fue repentino. Una neumonía terminó con la aventura del Perico en esta vida, luego de que su salud atravesaba días delicados. León se sometió a exámenes por Covid-19 hace unos días por un complejo cuadro respiratorio, pero salió negativo. Sin embargo su condición de Alzheimer y artrosis no facilitaron la pelea del ídolo en Alianza Lima. Tenía 76 años, pero su nombre no se construyó para ser olvidado.

Portales digitales, periódicos con portadas con su foto, y redes sociales, se inundan recordando la historia de León.

Jorge Delgado, gloria de Barcelona y columnista de EXPRESO, recordó a Perico y enalteció su calidad humana por sobre la deportiva.

“Perico León fue una maravillosa persona, fuimos muy buenos amigos no solo como compañeros de equipo porque trabajé con él en Barcelona cuando fue campeón y tuvimos una gran temporada. Un hombre muy especial, muy apegado a su casa, y sobre todo pues un gran jugador, se recordaban mucho goles que hizo un hombre que entendía el fútbol a la perfección”, le contó a este Diario.

Delgado lo rememora como un tipo muy profesional y serio a la hora de trabajar, tanto que “llegó a estar en un equipo ideal del mundo por su actuación en la selección de Perú”.

Era tal la calidad ofensiva que tenía este delantero, que el mismo Pelé dijo en su momento que si Perico hubiera sido brasileño habría sido mejor que él.

Pero después del fútbol la vida lo obligó a Perico a tener que reinventarse en otras actividades. Su retiro del fútbol se dio temprano, a los 33 años, en el Deportivo Galicia en Venezuela. Se quedó en el país de Simón Bolívar probando suerte que no encontró.

Al no encontrar el golpe de gracia en ese país, migró en 1984 hacia Estados Unidos. Allá estuvo en Houston, Los Ängeles y por último en Nueva Jersey, donde al fin lograría establecerse. Se mantuvo años trabajando en una fábrica de telas como operador, un cambio brusco en su vida.

“Fue difícil el cambio. Lo único que hice siempre fue jugar fútbol, pero tuve que empezar desde cero en estos nuevos trabajos. El trabajo dignifica”, dijo en una entrevista en 2019 para un homenaje que le hizo la comunidad peruana en Estados Unidos.

Lejos de su patria por más de tres décadas, Perico León anhelaba volver para sentir el calor de su gente antes de que su memoria colapse. Curiosamente su inesperada despedida se dio estando en Lima, cobijado por los suyos y una historia imborrable bajo su lomo.

Su hija lo dijo, “el mejor 9 se nos fue un nueve”. Pero para ella será más grato recordarlo por “la maravillosa persona, como hombre, padre, esposo, hermano. Era una persona noble y humilde, de corazón inmenso”.