El partido eliminatorio entre Ecuador y Paraguay, el 2 de septiembre en el estadio Rodrigo Paz Delgado, marcará el regreso de los aficionados a los estadios del país.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional aceptó el pedido de la Federación Ecuatoriana de Fútbol para jugar con el 30 % de la capacidad de los graderíos.

Pero, no es una luz verde definitiva. Según lo aclaró el COE Nacional, este duelo servirá como una prueba para verificar el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad, tanto en la venta de entradas, como en el control de los aficionados, en cuanto a los accesos, distanciamiento y prevención.

Si todo resulta bien se ratificará el permiso para el encuentro programado para el 5 de septiembre ante Chile, en el mismo escenario deportivo.

Para ello, el COE Nacional conformó una comisión especial. “Hemos asumido una tarea sensible, por lo tanto debemos cumplir responsablemente, tanto COE Nacional como COE Metropolitano, pero sobre todo la ciudadanía para que este evento se dé en el marco de la bioseguridad”, publicó Juan Zapata, presidente del COE Nacional en su cuenta de Twitter.

Aprovechando la coyuntura, LigaPro también envió su protocolo de bioseguridad, para que sea analizado la próxima semana y se determine si es oportuno el regreso de los aficionados a los partidos del campeonato local. De la misma manera, se sugiere un aforo reducido y dependiendo de la situación de cada sede de los partidos.

Hace dos semanas se negó la misma solicitud a Barcelona, que quería contar con hinchas en su partido contra Fluminense, por la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores. La razón principal era el estado de excepción en Guayaquil. Además, no era posible diferenciar, desde el punto de vista legal, a las personas entre vacunadas y no vacunadas.

En ese sentido, en Quito, donde jugará la selección, no hay estado de excepción y el control para los hinchas será previa presentación de los certificados de vacunación o prueba negativa a COVID-19.