La Superliga Femenina del Ecuador tuvo un arranque prometedor. Desde el primer partido se vivieron muchas emociones, gracias a la entrega total de las protagonistas. Ayer, las subcampeonas vigentes, Ñañas, se impusieron por 2-1 a San Miguel de Ibarra.

En el partido, jugado en la cancha de la Liga Deportiva Barrial de Tababela, se notó que las futbolistas recién están acostumbrándose a la competencia después de una larga paralización por la pandemia, que inclusive casi termina por cancelar su temporada.

Las deportistas cometieron algunos errores, pero mostraron una mejor idea del juego, buena aplicación de la estrategia y, sobre todo, que se prepararon bien en el aspecto físico. Después de todo, jugaron bajo un fuerte calor.

Aunque Ñañas tenía el papel de favorito, le costó mucho demostrarlo. Al frente estuvo un cuadro ibarreño muy ordenado y sobre todo luchador. No en vano, a los cinco minutos las visitantes ya sorprendieron con un tanto de María Sol Torres.

Este gol fue difícil de asimilar para las Ñañas, pero lograron reponerse. Aunque al inicio tuvieron la posesión de la pelota, poco a poco fue dividiéndose en la mitad de la cancha hasta irse al descanso.

En la segunda mitad, las Ñañas arriesgaron mucho más. Se fueron con todo pero carecían de la puntería necesaria para empatar. San Miguel, en cambio, se dio modos para llevar sustos al arco rival.

Solo a nueve minutos del final las Ñañas tuvieron su premio. Al 81 empataron gracias a un gol de Fernanda Vásconez, de penal. Y cuando el partido estaba por terminar, al 88, Karen Peralta marcó el segundo y definitivo. Después de eso no hubo tiempo para más emociones.

En otro partido, Liga Deportiva Universitaria de Quito derrotó por 2-0 al Macará, en el estadio Rodrigo Paz. El cuadro albo dominó durante los noventa minutos. A los once abrió la cuenta gracias a Hilaris Villasana. Mientras, el segundo tanto fue a los 65, gracias a un penal ejecutado por la seleccionada nacional, Arella Jácome.