Brasil es sinónimo de alegría y buen fútbol. La Canarinha, constante animadora de los Mundiales, siempre se apunta como favorita, no solo para ganar sus grupos, sino también para llevarse la corona. Es con este panorama que los de Tite afrontan el grupo G de la gesta ecuménica, en la que tendrá como rivales a Camerún, Suiza y Serbia, países con anhelo de engrandecer su historia en este tipo de citas.

Con Neymar a la cabeza, Brasil quiere su sexto cetro mundial y para ello como antecedente terminó en primer lugar dentro de la eliminatoria sudamericana. 

Pero en el país de la samba no solo se juega fútbol del bueno, tiene otras disciplinas, como la Fórmula Uno, con Ayrton Senna, que dejó huella en el mundo tuerca o Gustavo Kuerten, uno de los grandes del tenis. Y es precisamente en esa disciplina que esta llave mundialista tiene coincidencias con un viejo clásico como lo sostuvieron por muchos años el serbio Novak Djokovic con el suizo Roger Federer, recientemente retirado.

Es así como estos países, con hambre de gloria mundialista, tienen en estos dos exponentes del deporte blanco a dos hinchas de lujo para alentar a sus combinados.

Por su parte, Camerún, uno de los frecuentes representantes del continente africano en las Copas del Mundo, llega al evento futbolístico con el afán de dar el golpe definitivo, tras su mejor participación en Italia 90, donde llegó a cuartos de final.