Como la recompensa a una exitosa carrera en la que ha demostrado que con esfuerzo se pueden romper barreras toma Mónica Amboya su designación como asistente principal para un juego de Copa Sudamericana. Junto a dos colegas argentinas serán las pioneras en saltar a la cancha del afamado torneo masculino que cumple con su segunda fase.

A la réferi nacional ya es habitual verla en los partidos de la LigaPro y ha sumado experiencia en torneos formativos de mujeres y en la última Copa del Mundo femenina absoluta. Además, ya tuvo su primera experiencia internacional en un torneo masculino, en el Mundial sub-17 de Brasil el año anterior.

Desde Colombia, donde se encuentra para este miércoles 28 de octubre, desde las 19:30, ser partícipe del encuentro entre Millonarios y Deportivo Cali, Amboya habló con EXPRESO sobre sus sensaciones a horas de hacer historia.

“Estoy viviendo de la mejor manera el poder cumplir uno de mis sueños por los que he trabajado día a día. Años de lucha, tratando que las cosas salgan paso a paso, tienen su recompensa. Ahora hay que demostrar que estoy lista y no perder esta oportunidad”, afirmó.

Indicó que la convocatoria la recibió cuando regresaba de Guayaquil a su natal Riobamba, tras ser parte del juego entre Emelec y Deportivo Cuenca, hace un mes.

“Fue algo sorpresivo. En el trayecto de Guayaquil a Pallatanga no hay señal. Más adelante la recuperé y tenía una lluvia de mensajes en el celular. Cuando los vi eran felicitaciones por la designación y no los entendía. Hasta que revisé en la página de Conmebol que tenemos acceso los árbitros y lloré de la emoción al comentarles a mis padres y mis hijas esta gran noticia”, detalló.

Su designación oficial la recibió el viernes 23 de octubre, tras el sorteo de las llaves de la Sudamericana y se sometió a las pruebas de COVID-19 para viajar hacia Colombia. “Esta es una oportunidad para abrir las puertas a mis compañeras del país y de Sudamérica”, manifestó orgullosa.

Amboya confesó que a diferencia de su llamado para el Mundial masculino sub-17, esta designación es especial, ya que “pasé meses muy difíciles por la pandemia, realizando un trabajo silencioso”.

Acotó que “estoy contando las horas para saltar a la cancha y asumir con mucho orgullo esta responsabilidad. Contenta de llevar en alto el nombre de Ecuador”.

Compartirá el cuerpo arbitral con los nacionales Franklin Congo, como central, y Andrés Tola, de asistente dos, de quienes dijo “siempre he tenido su aceptación, confianza y amistad. Me felicitaron por la designación, convivo con ellos en los encuentros de la LigaPro y su apoyo ha sido incondicional. Esta es una muestra más de la evolución del arbitraje ecuatoriano”.

Mónica tiene en sus hijas Katya y Carmita, de 19 y 13 años, a sus compañeras y fans número uno. Con ellas habla en la mañana previo a cada partido.

La menor quiere seguir los pasos de Amboya y convertirse en árbitra profesional. “Me dice que le gustaría viajar como lo hago yo, gracias al fútbol, aprender, sumar experiencias y seguir con este legado de romper barreras”, contó emocionada la réferi.