El salón Luis Arias Guerra, de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), se transformó en una extensión de los graderíos del Foro Internacional de Tokio. Allí, familiares de la pesista Neisi Dajomes miraron la competencia que terminó con la medalla de oro.

Y la vivieron intensamente. La algarabía, los aplausos, las lágrimas y hasta la formalidad cuando se entonó el Himno Nacional se repitieron en los presentes, entre los que estaba su hermana Angie Palacios, quien trajo al país el diploma olímpico con su sexto lugar.

También estuvieron algunos primos, su novio Garniel Llerena y directivos como el presidente de CDP, Jaime Ruiz.

Ruiz contó que esta idea nació con la finalidad de apoyar a la pesista tricolor, aprovechando que la mayoría de sus familiares vive en Quito. “Queríamos hacer algo diferente para disfrutar de esta competencia. Sabíamos que ella iba a estar entre las finalistas gracias a sus marcas, y sentíamos esa necesidad de tener a la familia cerca y apoyando”, dijo a este Diario.

Uno de los más felices fue su novio Garniel Llerena, quien aseguró que esta medalla llenó de orgullo a todos en casa.

“Hay muchos sentimientos encontrados. Lo que ha pasado dentro de la familia (la muerte de la madre y hermano de Neisi) y también lo que sucedió antes de que llegue a Tokio (falsos positivos) son cosas que afectaron mucho y a pesar de ello se consiguió ese oro que será inolvidable”, inició Llerena en su charla con EXPRESO.

Con la voz quebrada, agradeció a Dios por “estar en la vida de Neisi”. “El deporte nos unió, pero también nos ha distanciado. Y no hablo como pareja, sino como familia. Los constantes viajes por entrenamientos y competencias han puesto algo de distancia y por eso valoramos mucho más lo que hizo. Venció muchos obstáculos”, agregó.

La llegada de Dajomes al país está prevista para el miércoles. La familia ya alista algunas sorpresas. Aunque sin adelantar detalles, advierten que será “por todo lo alto”.