El fallecimiento de Carlos Luis Morales continúa generando reacciones en el país. Además de su papel de político y presentador de televisión, Pestañita escribió páginas de gloria en la historia de Barcelona, por eso no resultó extraño que previo al entrenamiento realizado la mañana del 23 de junio en la cancha anexa al estadio Monumental, los integrantes del plantel amarillo le rindan un homenaje.

Con la camiseta amarilla Morales ganó cuatro títulos nacionales (1985, 1987, 1989 y 1991) y fue el puntal de la primera clasificación a la final de la Copa Libertadores de América en 1990, atajando penaltis decisivos hasta la definición con el Olimpia de Paraguay.

Debutó con apenas 17 años, en un partido ante Deportivo Quevedo, donde le tocó reemplazar al golero peruano Ramón Quiroga, quien había sido separado por la dirigencia encabezada por Isidro Romero.

Haciendo gala de una gran personalidad, aquel joven se fue consolidando al punto de convertirse en el líder y capitán del plantel durante una década, hasta que fue transferido al Independiente de Avellaneda argentino, que también envió su nota de condolencia.

En el campo deportivo Morales fue una figura indiscutible, al punto de haberse apoderado de la titularidad de la portería de la selección ecuatoriana de fútbol, donde disputó eliminatorias mundialistas y la Copa América.