El máximo exponente de la natación en aguas abiertas con aletas, en los 150 metros BF, es ecuatoriano. Con apenas 21 años, el guayaquileño Jeremy Menoscal ostenta ese membrete en la categoría sénior (absoluta), que consiguió hace poco más de una semana en Viverone, Biella, Italia.

De hablar fluido y acompañado de su madre, Patricia Salguero, el joven deportista relató la consecución del título mundial, que además le dio el ascenso al número 1 del ranking global de este deporte en esa categoría.

“Estoy muy emocionado, aún me parece mentira. Es la primera medalla mundial para el país en esta especialidad”, declaró Menoscal durante el reconocimiento que le hizo ayer el Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), junto a la Federación Ecuatoriana de Buceo y Actividades Subacuáticas (Fedasub).

Relatando la experiencia, Jeremy aseguró que apenas tuvo dos meses de preparación antes de su participación en el torneo italiano.

“Se lo agradezco a Dios, a mis amigos y a mis entrenadores por el logro”, dijo, sin dejar de lado a doña Patricia, su madre, a quien reconoció como uno de sus principales apoyos en este logro, debido a que hubo problemas de financiamiento para que la delegación ecuatoriana pueda asistir.

Y es que para el Mundial, la madre del guayaquileño tuvo que correr con el 50 por ciento de los gastos (la otra mitad fue puesta por la Fedasub). Solo así el tricolor pudo viajar junto a sus compatriotas Fander Villarreal y Arturo Cedeño.

Para doña Patricia, el logro del deportista es el resultado de la “constancia, fortaleza y fe de creer en Dios”, ya que el título mundial no fue una casualidad. Por 10 años, tanto en natación de piscina como en aguas abiertas, el tricolor ha hecho carrera.

“Cuando era bebé de 3 a 4 meses lo ponía en una tina de agua y él nadaba. Ya a los seis años, cuando llegaba del trabajo lo veía a él en un tanque metido”, mencionó entre risas.

En sus inicios Jeremy pasó por todos los deportes. “Los profesores me decían que era muy hiperactivo para tenerlo sentadito y que haga deberes, y me lo pusieron a hacer deportes”, contó la mamá.

Luego de su inédito triunfo en lo que significó su segundo Mundial (participó en la edición de Eilat-Israel 2018 de la misma disciplina), el destacado nadador ecuatoriano aspira a romper el récord panamericano de 200 metros libre en piscina y ganar el Panamericano de Aguas Abiertas. Todo si consigue el apoyo para el financiamiento, que suele ser escaso.

Pero Menoscal no se apaga ante la adversidad y dice optimista que logrará su cometido deportivo. Actualmente divide su jornada diaria en entrenamientos y sus estudios en la universidad (realiza una licenciatura para ser paramédico). Su siguiente paso es conseguir un patrocinador que lo ayude a culminar su carrera profesional y a seguir dándole alegrías importantes al país.